Por la gran explanada de la Place du Marché tomamos la Avenue du Cloître hasta el barrio homónimo, con su antigua iglesia románico-gótica de Saint-Maurice y alguna taberna. De aquí se sube al castillo, que a medida que nos alejamos nos proporciona un impresionante encuadre con los viñedos en primer plano y los Alpes al fondo.
Donde concluye la viña comienza el bosque, en fuerte cuesta arriba a través de la reserva forestal de La Glaivaz. Cruzamos un par de veces la vía de montaña a Les Diablerets, recorriendo un hayedo por el Sentier de Provence. Desde un banco panorámico, entre pinos y acebos descendemos precipitadamente (hay escaleras) hasta Ollon, con alguna tienda de comestibles cerca de la iglesia.