Etapa 5: Aumont-Aubrac - Nasbinals | Al Loro
El Aubrac no se puede tomar a bromas, pues en invierno el frío es intenso y suele estar nevado, y también en las estaciones intermedias las temperaturas son bajas y hay riesgos de heladas. ¿Y en verano? Pues en muchos días no se superan los 10º. | |
De la capilla de Bastide a Lasbros seguimos la D987, con cierto peligro por circular los automóviles en bajada. | |
La bajada de la Roc des Loups a Rieutort suele estar resbaladiza y embarrada; prudencia. | |
Hasta cinco localidades de paso, sin contar otras fuera del GR, poseen gîtes entre Aumont-Aubrac y Nasbinals. En estas pequeñas aldeas es donde se siente próximo el espíritu del Aubrac. | |
El recorrido es ciclable hasta Les Quatre-Chemins, pero no tanto de aquí a Les Gentianes, donde cuando llueve el Camino se embarra o inunda, sucediéndose las pasarelas de madera. Solución: seguir la D987 hasta Malbouzon (5 km) y de aquí la D73 hasta Les Gentianes (2 km). Tampoco es cómodo el tramo desde que se acaba la pista de Finieyrols a Rieutort, pero por ser uno de los más bellos nadie debería perdérselo; si lo veis muy crudo, de Malbouzon se puede continuar a Rieutort o directamente a Nasbinals (D987). | |
Hoy estamos de suerte, la boulangerie Soulignac, situada a la salida del Camino, tiene buen género y ¡abre a las 6:30! | |
El bar Le Graniti’x, moderno, amplio y con una caseta para dejar mochilas, bordones y capas, es una parada casi obligada; también ofrecen hamburguesas, raciones y platos. | |
Otra de las paradas clásicas es en La Rose d’Aubrac, casa rural con albergue, bar y área de pique nique en su jardín. | |
Un antiguo horno comunal de pan funciona como refugio ocasional para los caminantes. | |
El GR-65A es una variante que une Rieutort-d’Aubrac con Aubrac (ver etapa siguiente) por el lago de Saint-Andéol, sin pasar por Nasbinals. Casi nadie la sigue, excepto algún repetidor. | |
1,7 km al sur de Montgros, para quien vaya sobrado de tiempo o fuerza, resulta muy interesante visitar la cascada de Déroc. Tras cruzar la D900 en Montgrousset se toma la D52 hacia Saint-Germain-du-Teil, y poco después está indicado el acceso. Tiene 33 m de altura y se precipita por un órgano basáltico en el que existe una gruta. Desde aquí se puede seguir el GR-670 a Nasbinals (3 km). | |
En la llegada a Nasbinals pasa desapercibido el camino oficial, que cruza la carretera y sigue a la izquierda rodeando una colina. Con la meta a la vista, la mayoría de peregrinos opta por las aceras de la D900, con la iglesia como referencia. | |
Prolongar la marcha más allá de Nasbinals solo es recomendable si estás en buenas condiciones, has partido temprano y el día está despejado. | |
La iglesia de Nasbinals, románica, destaca por sus armónicas proporciones, contando con una nave cubierta por bóvedas de crucería, transepto con dos absidiolos, gran ábside y un cimborrio octogonal sobre el crucero. | |
Como ejemplo de adaptación al rigor del medio y de producción ecológica, la vaca d’Aubrac es una raza robusta, de color trigueño, con cuernos en forma de lira y grandes ojos, que pasta de mayo a octubre en estas praderas. Su carne tiene gran predicamento y alcanza altos precios. Evocando la subida a las brañas, la fiesta de la trashumancia tiene lugar el fin de semana más próximo al 25 de mayo, día de San Urbano; pero recordad que aquí no vale aquel refrán de “hasta que no pase San Urbano, no te vistas de verano”. | |
Las flores primaverales más típicas del Aubrac son: la gentiana lutea o amarilla, propia de las praderas de altura y muy común en el Centro y Sur de Europa, cuya raíz se utiliza para aportar amargor a bebidas como el vermú o el bitter, y en la medicina natural como antiinflamatorio y antiséptico (en la Edad Media también como antídoto frente a algunos venenos); y el narcissus assoanus, planta bulbosa que prefiere los suelos con materia orgánica, y cuyas flores se usaban para regular la temperatura corporal, y el bulbo, tóxico, para provocar el vómito. | |
Dos son las especialidades típicas del Aubrac: las carnes de vacuno (boeuf) y el aligot. El segundo, como acompañamiento o plato en sí mismo, es un puré de patata, ligado con queso fresco Cantal, al que también se le pueden añadir mantequilla y crema fresca o nata, aderezándolo con ajo. Se sabe que ya era servido, por su potencial calórico, en los hospitales de peregrinos del Medievo, y que antes de la llegada de la patata era elaborado con miga de pan. |