Etapa corta y sin dificultades, en la que deberemos soportar el fragor incesante del tráfico de la autopista y la nacional vecinas; por fortuna, aquellos que escojan la variante por Valdazo y Reinoso podrán disfrutar de diez kilómetros de absoluta tranquilidad. Nuestro recorrido atraviesa la comarca de la Bureba, con pueblos pequeños y bonitas iglesias, pero sin apenas servicios. Finalizaremos la jornada en la localidad de Monasterio de Rodilla, que cuenta con bar-restaurante y albergue para peregrinos; recomendamos aprovechar la tarde para visitar la ermita de Nuestra Señora del Valle, joya del románico burgalés.