Dejamos la localidad por la acera de la CL-627, en dirección hacia Piedrasluengas; al cabo de 400 metros giramos por un sendero que sale a mano izquierda, por el cual avanzamos ligeramente en alto, en paralelo a la carretera; 1,1 km más adelante descendemos a una vaguada, donde tomamos un camino a la izquierda que coincide con el cauce de un pequeño arroyo, alejándonos de la carretera.
1,5 Tramo junto al arroyo; hay lugares en que el agua ocupa toda la anchura del camino, por lo que será preciso ir cambiando de orilla a fin de evitar mojarnos o pisar barro. Siempre aguas arriba, ascendemos por este valle solitario hasta llegar a una zona de prados; a partir de aquí el sendero se desdibuja y deberemos, cada vez que nos acercamos a una señal, buscar con la vista la siguiente, y así sucesivamente. Tras superar un recodo con árboles, continúa la subida en dirección hacia un collado que vemos a la izquierda de dos peñas; ya casi arriba, pasamos junto a un escarpe de rocas para continuar de nuevo por hierba.
2,1 Collado de Sobrepeñas, techo de nuestro camino a 1.460 metros de altitud: Ofrece una panorámica espléndida de la sierra de Peña Sagra y de los Picos de Europa. Desde el lomo del collado, con la cumbre de Peña Labra enfrente, tomamos un camino ancho por el cual descendemos hacia un hayedo. Después de una ligera subida, este camino nos conduce —de nuevo en bajada— al mirador de Piedrasluengas, junto al cual discurre la carretera CL-627 (que no tomaremos).
1,6 Mirador de Piedrasluengas (a 1.355 metros de altitud), con paneles informativos y una zona de aparcamiento; a nuestros pies vemos todo el valle de Valdeprado (o del río Bullón), hacia donde nos dirigimos. Los ciclistas, que probablemente habrán subido por asfalto, volverán a incorporarse aquí al camino oficial.