Etapa 97: Campagnano di Roma - La Storta | Al Loro

Distancia: 
22,7 km
Duración: 
6 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
3

Para las bicis se sugieren algunas carreteras que difieren de la ruta peatonal, así a la salida de Campagnano, donde las marcas azules plantean seguir la SP13a, y luego la Strada delle Pastine, o a la salida de Formello para evitar la bajada desde el casco viejo con escaleras y el camino de tierra por el valle; en ambos casos desaconsejamos las alternativas.

Antes de cruzar la autopista de la Veientana Nuova, frente al centro deportivo de Formello se propone girar a la izquierda por la Via di Santa Cornelia, que llega a La Giustiniana y el Tiber sin pasar por La Storta. Se trata de una ruta solo indicada para quienes tengan prisa.

Atención, en la salida, a la cafetería-heladería-pastelería Husky (Via San Sebastiano, 21), con mucha variedad y una decoración sesentera sumamente pop. Abre muy temprano (5:30). Lunes cerrado.

Santuario del Sorbo. Un árbol antaño abundante, el serbal, hoy casi desaparecido de la zona, dio nombre al santuario. Hacia 1400 un pastor de cerdos encontró en este lugar, donde había un castillo arruinado, un bello icono de la Madonna. Al no poder ser movido a Campagnano, se procedió a instalarlo aquí mismo, pronto en compañía de un convento carmelita que estimuló el peregrinaje.

Llegando a Formello veremos que existe una encrucijada en forma de Y, y aunque ambas variantes están designadas como Francígena, la oficial es la de la izquierda, que se dirige al centro de la localidad. La otra, que transcurre básicamente por la carretera SP12a, es de menor interés.

Tres referentes para los peregrinos: a la entrada del pueblo una surtida tienda, con su fachada repleta de ofertas, para aprovisionarse; en la Piazza Donato Palmieri el Bar Centrale, con su terraza como punto de encuentro; y muy cerca de la salida un supermercado Carrefour Express.

Lo inesperado, si bueno, suele resultar gratificante. Esto es lo que se siente al atravesar el núcleo antiguo viario de esta localidad, con su museo del Veientano en el palazzo Chigi, la iglesia de San Lorenzo (ss. XV-XVI) y la florida calle que pasa ante el templo de Sant’Angelo (s. XVI).

Dentro del Parque Natural Regional del Veio, uno de los lugares más sorprendentes es la Cascada del Fosso degli Olmetti. Ligeramente apartada del camino (tras cruzar la Veientana Nuova, donde la variante larga de la VF gira a la derecha se sigue al frente 350 m), se trata de un acueducto etrusco de 4 km, excavado en el tufo volcánico, que vierte sus aguas en un tajo del terreno. Sobre ella existe una rústica pasarela de madera que facilita la observación.

Con dificultad, desde el camino se desciende a contemplar el conocido como Ponte Sodo, que en realidad es una galería etrusca o romana, de 70 m, excavada en el Fosso della Valchetta. Forma parte de una serie de actuaciones ciclópeas, que componen una red de 4,5 km, para canalizar el agua y favorecer el riego a partir de pozos.

Isola Farnese. Antiguo borgo con su foso, iglesia de San Pancracio (s. XV) y castillo del s. XVI. Cerca del núcleo se localizan las ruinas de la ciudad etrusca de Veio, con el santuario de Portonaccio (s. VI a.C.), dedicado a Minerva o Apolo, una necrópolis y otra galería como la de Ponte Sodo, pero de menor tamaño.

Al confluir con la Cassia (SS2) en La Storta, la señalización prácticamente desaparece, pero no hay pérdida, basta seguir por la acera de la izquierda en el sentido de Roma.

A través de la Cassia, ya dentro del municipio de Roma (abunda la basura en el camino), los buses urbanos pasan hacia el centro de la ciudad cada poco (20-30 min). Muchos no se lo piensan y usan el transporte público hasta La Giustiniana o el acceso al parque dell’Insugherata.

La desolación que causa a primera vista La Storta se ve compensada por un alojamiento religioso, el de las hermanas de Nostra Signora del Sacro Cuore. Su jardín nos permitirá aislarnos del ruido procedente de la Cassia.