En la salida del casco antiguo fue colocado un potro de madera para herrar los caballos. Junto al cementerio bajamos para cruzar el río Daze, ascendiendo por una senda, panorámica sobre la localidad, hasta la casa La Vitanderie. Por una vaguada con casas dispersas, en coincidencia con el GR-11 llegamos a la D42 en La Molenarie.
Desde la casa en piedra de L’Oustalou, una senda paralela a la carretera continua hasta la granja de Celis, con su cruz de hierro. La subida se prolonga, por un camino de tierra entre arbolado, hasta el cementerio de Sénergues, desde el que bajamos sin demora al pueblo (jardín con zona de descanso), dominado por la torre de su château.