En vez de seguir hacia la iglesia se tuerce a la derecha por la Ruelle de l’Archet, que desciende hasta una fuente y al puente de madera, techado al modo suizo, que salva el torrente Artanavaz.
Ante el Hotel Beau Sejour se alcanza el cementerio, donde comienza un camino por el bosque. Una gravera, en todas partes se cuecen habas, estraga el panorama. A través de unos prados entramos en Échevennoz por su parte alta, divisando en un plano inferior su capilla.