Etapa 71: Fiorenzuola d'Arda - Fidenza | Al Loro

Distancia: 
22,3 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
1
Paisaje: 
2

Algunos peregrinos, aun a costa de sacrificar Fidenza, dada la cortedad de la etapa prefieren continuar hasta Costamezzana (10 km más), donde hay albergues (ver etapa siguiente).

El trazado es ciclable en todo momento, sin variantes. En ningún caso se aconseja seguir la SS9, bastante más corta pero peligrosa y poco atractiva desde el punto de vista del paisaje.

Tanto Chiaravalle como Castione Marchesi son los lugares indicados para el descanso, ambos con cafés y en el segundo también con un pequeño supermercado. Por otra parte, justo a mitad de camino, a 11 de Fiorenzuola y 11 de Fidenza, una casa particular permite usar su jardín, con mesas, a los peregrinos (la reconocemos por los indicadores con distancias a diversos lugares del mundo). Por fin, en Bastelli hay una mesa con bancos bajo el pórtico de rectora, adosada a la iglesia.

Ofrece la posibilidad de integrarse, por un día, en la vida de la comunidad bernarda si pernoctamos en su albergue. Por la tarde celebran la misa a las 19:00 (18:30 en invierno, 17:00 los festivos).

Una laboriosa paloma, según la leyenda, trazó el perímetro del monasterio depositando pajitas. La abadía fue levantada a partir de 1145, y reconstruida tras el ataque de Federico II (1248). Además de la iglesia del s. XII, de transición del románico al gótico, influjo borgoñón y gran pureza de líneas, se visitan el Sacrarium (ya gótico, en cuyo relicario hay una Santa Espina) y el claustro del s. XIV, intacto, con la sala capitular, el parlatorio y el refectorio. En su piso alto se expone un belén o presepio monumental. Acceso: de 8:30 a 12:00 y de 14:30 a 18:30. Más información: Abbazia di Chiaravalle della Colomba.

Tras Chiaravalle, el paso peatonal sobre la A1 y la vía férrea está impracticable, y en él, nuevo episodio surrealista, crecen los arbustos. No pasan muchos coches, pero los que lo hacen van mangados.

Su abadía benedictina de Santa María ha corrido peor suerte que la de Chiaravalle, y se encuentra en muy mal estado de conservación. Lo más antiguo son las naves de la iglesia (ss. XII-XIII), donde se ha recuperado un fragmento de un mosaico, y la torre (s. XIV). El templo fue modificado en el s. XVI, y también las dependencias, restando dos alas del claustro.

Quien desee conocer Parma, una de las grandes ciudades de Emilia Romagna, en posesión de una soberbia catedral con baptisterio exento, ambos románicos, lo mejor que puede hacer es ir en tren desde Fidenza (15 min) y regresar en el día (incluso en la propia tarde; es como tomar el metro).

Los mejores productos de la gastronomía regional, y sobre todo de la provincia de Parma (jamón, quesos), en Latteria’55 (Via Cavour, 16). Para la compra general el super Conad de Via Gramicci, próximo al duomo (de 8:00 a 20:00, domingo de 9:00 a 13:00).

No os perdáis, para un buen helado, Il Gelattiere (Via Abbate Pietro Zani, 8), próximo a la catedral, Al Paradise (Via Agostino Berenini, 70), en pleno centro, o Diana (Via Antonio Gramsci, 66), en la salida de la VF.

Para un vino o cervecita con algo de picar, aunque solo sea por el nombre, La Taverna del Pellegrino (Via Antonio Gramsci, 37). Comida y bebida barata en el Fidenza Best Kebab (Via Cavour, 55), que sirve a cualquier hora, o el Istambul City (Via Antonio Gramsci, 16). Una terraza chic, para el aperitivo vespertino con música, frente a la catedral (Scarlet Caffé).

El hasta 1928 denominado Borgo San Donnino rinde culto, en la catedral, a este mártir del s. III, enterrado en su cripta, que era invocado como protector de los caminantes, sobre todo al cruzar los ríos y para conjurar la rabia. Se trata de un santo cefalóforo, esto es, de los que han recogido su cabeza tras haber sido decapitados.

La catedral es un edificio románico de los ss. XI y XII, obra del taller de Benedetto Antelami. En él sobresale la fachada, donde los Magos de Oriente, al igual que los romeros (bella representación de una familia de peregrinos), persiguen la misma meta. Apertura: de 7:30 a 12:00 y de 15:00 a 18:00, fines de semana de 8:00 a 12:00 y de 15:00 a 19:00.

Otros monumentos que conocer en la ciudad pueden ser las ruinas del puente romano y la inmediata torre medieval (s. XIV), convertida en puerta de la muralla bajo el título de San Donnino y próxima al duomo; el oratorio gótico de San Giorgio; la iglesia de San Michele (s. XVI) y el santuario barroco de la Gran Madre di Dio (s. XVIII), que forman un conjunto con el que fue colegio jesuítico; el palacio de las Ursulinas (s. XVIII), que acoge el Museo del Risorgimento; el teatro municipal Girolamo Magnani (1861) o el palazzo Comunale neogótico (fin del s. XIX y principios del XX).

Aquí podemos catar alguno de los grandes productos elaborados en la provincia de Parma, que por supuesto disponen de su DOP y ocupan un puesto distinguido en la gastronomía italiana: el jamón o prosciutto de Parma, el culatello de Zibello (elaborado con pata de cerdo) y, por supuesto, el queso Parmigiano-Reggiano.