Se sigue por la N-525 hasta el final del pueblo, donde luego de pasar al lado de los jardines dedicados al beato Sebastián de Aparicio seguimos una pista asfaltada que sube a la derecha. Pronto de tierra, acaba por descender a la vera de una granja, entre castaños, robles y pinos, hasta la frondosa vaguada regada por el Boelle.
Tras coincidir 300 metros con la nacional se aproxima a Mesón de Erosa, que funciona como una nueva área de servicio de la autovía con su gasolinera, mesón y hotel-restaurante.