Etapa 27: Marciac - Vidouze | Recorrido

El Camino abandona la villa del jazz cuesta arriba, deparándonos una última visión de la bastida, con su perfil de casas bajas rasgado por las dos torres de sus iglesias. Un fuerte descenso por un bosquete nos lleva a cruzar el río Laüs, punto a partir del cual se suceden las praderas y tierras de labor (maizales), por las que el GR se adapta a los ángulos rectos de las pistas agrarias.

Después de pasar por la aldea de Bugar y al lado de la granja de Pachet, ascendemos de nuevo con brío por la Côte de la Chapelle, hasta el lugar de Samazan. Aquí tuvieron asiento una villa medieval, la de Pardiac, y una abadía, ambas desaparecidas.

3,6 Samazan. Desde la capilla (s. XVIII), que formaba parte del recinto del castillo, y su cementerio, descendemos suavemente entre robles, y al lado de un par de granjas antiguas, hasta la extensa planicie regada por el Arros. Tras cruzar primero un canal, y luego el caudaloso río junto al molino de Samazan, nos dirigimos al norte por una larga recta sobre la que circulan los tractores, divisando a lo lejos la torre de la iglesia de Auriébat.

En el momento de recuperar el tránsito hacia el oeste, dejamos el Gers para entrar en el departamento de Hautes-Pyrénées, con capital en Tarbes. Marca la divisoria el modesto río Lascors. En compañía de varias granjas, así las de Le Forgeron o Angledous y, tras cruzar la D31, las de Pépille, Le Nain y Bouquet, nos disponemos a superar el tercer escalón de la jornada. A través de un robledal, que nos depara bonitos encuadres sobre la iglesia, alcanzamos el casco antiguo de Auriébat, al que accedemos por una antigua puerta.

6,7 Auriébat.

Después de visitar el monumental templo dejamos la plaza, en la que se sitúan un Crucificado y el Monumento a los Caídos, para dejar la apacible localidad junto a una elegante mansión, con tres palmeras en su jardín, y una estatua de la Virgen. Poco después nos topamos con una encrucijada, con otro Crucificado, desde la que al frente se puede llegar a la granja Le Planté (albergue); el GR se va a la izquierda, bajando por un bosquete hasta la D5, que a los 50 metros muere en la D943, de la cual salimos al lado de una cruz de hierro. De nuevo a la llanura, atravesamos el núcleo de Auricane con el canal d’Alaric, y poco después, de granja en granja, el río Estéous.

3,5 Río Estéous. Lo cruzamos sobre dos postes de cemento tumbados que hacen las veces de puente. Entramos así en una zona arbolada, a la que sucede el extrarradio de Maubourguet. En la aproximación a la villa percibimos que las viviendas tradicionales han sido construidas con canto de río y argamasa. Otra circunstancia reveladora del cambio en el paisaje es la mayor presencia de palmeras y bananos en los jardines.

El trayecto urbano es agradable, pues discurre un trecho a la vera del Adour, espina dorsal del antiguo condado de La Bigorre, y sus canales, con una estatua de las Ninfas, y algunas mesas con bancos de madera. Pasa luego junto a la iglesia y alcanza el centro en la Place de la Libération, con el mercado.

4,2 Maubourguet, Place de la Libération.

Dejamos la animada localidad superando el canalizado Echez, afluente del Adour, por la Route de Pau (D943), que abandonamos tras cruzar la vía férrea. En paralelo a ella seguimos entre casas con sus jardines hasta cruzar la D7 y, ya en medio de los campos, pasar bajo la variante o ronda de la D935, que comunica Aire-sur-l’Adour con Tarbes.

Por un camino de tierra el GR pasa sobre el regato de Layza y se introduce en una zona boscosa, superando una cota –cruce de la vieja D943– para volver a bajar hasta el arroyo de la Sède, que superamos por una pasarela de madera. En este lugar cruzamos el GR 101, titulado como Chemin de l’Ouest de Bigorre, que hacia el sur prosigue a Lourdes, vía Saint-Lèzer, Ibos y Bartrès, enlazando con el Camino del Piémont.

De nuevo en ascenso por el bosque (escalones), en el que reconocemos una gran variedad de especies arbóreas con predominio de robles y castaños, llegamos a un descampado con acceso a la gîte Happy Coulson. Justo después dejamos la pista asfaltada para tomar un camino herboso algo oculto, que en vez de pasar por el centro bordea el pueblo de Lahitte-Toupière por un parque (fuente y zonas de descanso).

Por la Rue Chemin de Compostelle nos despedimos de la localidad para descender por un camino de tierra, pronto senda, que se introduce en un auténtico túnel vegetal, bosque compuesto por hayas, alisos y robles. Dando un giro, superamos el rio Louet por una pasarela metálica y volvemos a subir, ahora por una pista de tierra compacta, hasta la aldea de Lacrabere (albergue), donde cruzamos la D48.

Al salir del núcleo, el GR traza tres quiebros de 90º, supera el arroyo de Lissare y, tras cruzar la D943, sube hasta Vidouze y su iglesia.