Desde la encrucijada de la iglesia el Camino se dirige hacia el sur; dejando partir a la derecha el desvío al albergue A la Vie Douce, baja por una vereda a la aldea de Lacoume. Aquí pisa un instante la D48 para continuar por las pistas agrarias del valle de Le Louet, que desembocan en la D48 a las puertas de Arriagosse.
3,3 Arriagosse. Rodeando el núcleo, al lado de una gran casona de 1741 ascendemos por el bosquete que acompaña el regato de Peyroulet, muy húmedo y compuesto por robles, castaños y grandes helechos. Tras él aparece una penillanura cultivada con cereal, desde la que contemplamos a lo lejos el pueblo y la iglesia de Luc-Armau, que forma parte del itinerario histórico y contó con una encomienda sanjuanista.
Por una ancha pista de tierra, escoltada por algunos robles, entramos sigilosamente en la región de Nouvelle-Aquitaine (departamento de Pyrénées-Atlantiques); lo advertimos porque a partir de ahora encontraremos carteles azules con las distancias y tiempos hasta los próximos pueblos; para quien desee saberlo, faltan 5 horas a Morlaàs.
Al llegar a la D47 vamos por ella 450 m, divisando en el valle el pueblo de Sérée, para dejarla a la derecha bajando con rapidez por el denso y sugerente bosque de Bouey; en su robledal se sitúa un gran palombière, con su jaula de palomas y la camuflada torre de metal. El tobogán concluye en el valle del Petit Lées, arroyo que cruzamos por una pasarela de madera bien armada. Una maltrecha pista asfaltada prosigue a Lucarré.
4,0 Lucarré. Antes de entrar a la aldea, el GR gira de nuevo hacia el sur y vuelve a cruzar el río entre las granjas de Roux y Haurie; en la zona, dominada por los pastos, en los que se alimenta el ganado vacuno, abundan cerezos y nogales. Poco después, deja la carreterilla para entrar en un bonito tramo, pues rodea la cola del embalse del Petit Lées, en todo momento por un ancho camino de hierba y rodeados de árboles (robles, abetos) y aves; al lugar vienen a beber otros animales (ciervos, jabalíes), por lo que no será raro cruzarse con alguno. Los amigos del Camino de los Pyrénées-Atlantiques plantaron aquí abedules y frutales de antiguas variedades.
Dejamos el embalse por una pista, cuesta arriba, que se encamina a Momy. Antes del pueblo hemos de tomar la D224, procedente de Lucarré, al lado de una gran casona y una humilde capilla, y cruzar la D295. Sin darnos cuenta, las cubiertas de teja árabe han ido dando paso a las de pizarra. Recorremos el pequeño y disperso caserío hasta la iglesia de Saint-Jacques, con curiosa torre forrada de láminas de pizarra.
4,1 Momy.