El Camino llega hoy a la región de Nouvelle-Aquitaine, y lo hace a través del departamento de Pyrénées Atlantiques, territorio histórico del antiguo condado del Béarn, del que Morlaàs fue capital. La ruralidad domina la etapa, carente de núcleos de población relevantes y por ende de servicios. Además el GR, para evitar el asfalto, se aparta de enclaves históricos como Luc-Armau, Abère, Gabaston o Saint-Jammes. Morlaàs es un pueblo grande y acogedor, con un buen albergue en el camping, y con un hito monumental en la portada románica de su iglesia de Sainte-Foy.