Se puede hacer el recorrido “oficial” hasta la catedral, un rodeo innecesario, o bien, si ya la hemos visitado el día anterior, atajar por la empinada Rue Cujas para alcanzar la iglesia de Sainte-Croix (50 m a la derecha). De ella pasamos a la pintoresca y amplia plaza Saint-Pierre, con la iglesia del mismo patronazgo, desde la que ya no hay más que seguir las señales del GR por la larga Rue d’Aspe, cuesta arriba hasta el cementerio de Sainte-Croix y el punto de descanso habilitado en torno a una cruz de misión.
En el inicio de la bajada, por la D338, pasamos ante una granja y dejamos partir a la izquierda el GR-78, ruta del Piémont Pirenaico que por aquí se dirige a Lourdes. Enseguida tomamos un camino ancho por el bosque que sube en exigente cuesta, más tarde en forma de senda acompañada por un túnel vegetal que desciende con suavidad hasta las primeras casas de Soeix.
3,8 Soeix. Desembocamos en una carretera, pero pronto la dejamos para recorrer un nuevo tramo por el bosque, de 900 m, que se prolonga hasta la D338 (Route des Crêtes). Entre prados y casas, a la vista del valle con los pueblos de Gurmençon y Arros-d’Oloron en la orilla opuesta, proseguimos hasta el poblado disperso de Mousist, por el que bajamos entre arbolado para cruzar el arroyo Arrigouli. Poco después, junto a la escuela entramos en Eysus cruzando el río Ourtau, donde se localiza un antiguo molino.
3,5 Eysus.