Etapa 4: Pajares - Pola de Lena | Al Loro
Primera etapa íntegramente asturiana en este camino. Durante los primeros 16,8 km presenta un recorrido rompepiernas debido a los continuos desniveles, con cuestas exigentes y un par de fuertes descensos (a San Miguel del Río y el tramo final a Campomanes, ¡mucha atención!). El resto de etapa hasta Pola de Lena transcurre plácidamente por caminos o pistas asfaltadas, sin ninguna dificultad. | |
Desconfiad de las señales de carretera con el símbolo de un peregrino o de la vieira, pues a menudo corresponden a trazados antiguos, hoy obsoletos (veremos alguna de estas indicaciones a la salida de Pajares y también al final de Campomanes): debéis seguir siempre las flechas amarillas pintadas, y en caso de duda consultad en Recorrido o en nuestra app Gronze Maps. | |
Los más observadores habréis advertido la gran diferencia entre los valles de la vertiente leonesa de la cordillera, amplios y en forma de U (debido a su origen glaciar), respecto de los estrechos y umbríos valles asturianos, con laderas pronunciadas en forma de V (por la erosión de sus ríos, de corto recorrido y gran desnivel), y que presentan una vegetación frondosa, fruto de las abundantes lluvias y de su clima atlántico. | |
Salvo el albergue privado de Llanos de Somerón (con un pequeño bar), no encontraremos ningún punto para avituallarnos hasta Campomanes, donde hay tiendas, restaurantes y varios alojamientos. Pola de Lena, cabeza del Conceyu de Lena, es una villa importante que cuenta con todos los servicios. | |
Sólo aquí se cultivan los arbeyos de Chanos, una variante autóctona de guisantes de color azulado y sabor exquisito; su fama proviene del siglo XIX, cuando se pusieron de moda entre la aristocracia madrileña y llegaron a servirse en los banquetes de los zares de Rusia. Hoy en día su producción es de apenas unos cientos de kilos al año, y pueden alcanzar precios astronómicos. | |
A la salida de Llanos de Somerón arranca, a mano izquierda, la variante de Munistiriu (señalizado como PR AS-99), un excepcional recorrido de 4,8 km de alta dificultad no apto para la mayoría de peregrinos, en especial para aquellos que tengan vértigo, pues presenta un tramo montañero, bastante aéreo y descompuesto, además de tramos con maleza. Enlaza con el camino oficial en Fresneo, y aumenta la distancia 200 metros respecto a éste. Solo para montañeros. | |
El pueblo, sin servicios, queda a 1,5 km del camino, en ascenso por carretera local desde Herías; dispone de un albergue exclusivo para peregrinos situado en un lugar idílico, frente al Santuario de Bendueños, del siglo XVI. Es conveniente avisar por teléfono el día anterior y comentar con la hospitalera si nos puede preparar algo para comer o cenar. | |
El topónimo hace referencia al dios celta Vindonnus, y podría estar asociado al Monte Vindio o Vindius citado por los cronistas durante las guerras de las legiones romanas contra cántabros y astures en tiempos del emperador Augusto (siglo I a.C.), un enclave mítico —no localizado todavía— donde se atrincheraron los resistentes a la invasión. | |
La joya cultural de la jornada es la extraordinaria iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena, construida en el siglo IX bajo los reinados de Ramiro I y su sucesor Ordoño I. El monumento, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se halla a pie del camino 4 km antes de Pola de Lena, en lo alto de una pequeña colina que domina el valle. Visitas: de 11:00 a 13:00 y de 16:30 a 18:30 (en invierno media hora antes por la tarde); cierra los lunes y todo el mes de noviembre; tarifa 2 €. | |
El albergue de peregrinos, en un ala de un edificio de dependencias municipales, está delante de la estación de tren, a 300 metros del centro, en la parte alta de la localidad. Los sábados, domingos o festivos hay que avisar previamente. | |
Entre los platos de la cocina tradicional destacan las farines (leche y harina cocidas), los tortos con picadillo, las borones o boroñas (panes a base de harina de maíz) y, por supuesto, el pote asturiano (cocido de alubias —conocidas aquí como fabes—, patatas, verdura y todo el compango, formado por carne de cerdo y diferentes embutidos); otro guiso muy apreciado es el pote de berza y castañas. | |
El primer domingo de julio se celebra la Fiesta del Corderu, una gran comida popular en el campo, con sidra, música de gaitas y bailes folclóricos, donde el protagonista es el cordero a la estaca, al más puro estilo argentino: se dice que esta modalidad de asado fue introducida en Asturias por Antonio Viejo «el Gaucho», natural de una aldea del municipio, quien volvió a su tierra en 1933 tras haber pasado veinte años como emigrante en Argentina. |