Etapa 70: Piacenza - Fiorenzuola d'Arda | Recorrido

A partir de la catedral se puede seguir por la plaza Chiostri del Duomo (los claustros han desaparecido, ahora es un vulgar aparcamiento), para por la Via Prevostura recuperar el eje por el que la Francígena atraviesa el casco antiguo. Lo hace ahora por la Via Scalabrini, que desemboca en la gran encrucijada de la Piazza Roma, en la que se alza una columna rematada por la loba capitalina y sus retoños humanos.

La Via Cristoforo Colombo, en la que se suceden tiendas de alimentación, panaderías, cafés y supermercados, pronto se convierte en la carretera nacional 9, que constituirá un ingrato recuerdo. Pasadas dos rotondas, a la altura de un supermercado Conad nos desviamos a la izquierda por el barrio de San Lazzaro-Alberoni (fuente). Una vía ciclo/peatonal se aproxima al recinto de la Universidad Católica del Sacro Cuore, y luego atravesamos el parking que presta servicio a los dos tristes cementerios, viejo y nuevo, de San Lazzaro.

Principia aquí un tramo desangelado entre las vías del tren y un parque empresarial. Después de pasar bajo la circunvalación de Piacenza nos adentramos, entre dos parques (fuente), en el barrio de Montale.

Pronto nos topamos con un nuevo polígono industrial, espacio sucio y deprimente, para a través de una rotonda regresar al averno. Éste adquiere la forma de la Via Emilia Parmese (SS9), de arcén casi inexistente y donde hay que jugarse el pellejo, literalmente, soportando un tráfico intenso, pesado y continuo. Una última prueba, tras superar el torrente Nure, es cruzar la carretera para, a su derecha, tomar una pista asfaltada que supone una liberación.

Enfilando los Apeninos, rodeamos la extensa propiedad de Villa Banchero, con caballos y cultivos. Una vía ciclo/peatonal prosigue hasta Pontenure, con el ayuntamiento y, poco después, la plaza ajardinada de la iglesia (fuente).

Por este poblachón en ladrillo, que nos recuerda los barrios castellanos o de Madrid, giramos al sur por la Via Garibaldi para pasar ante la piscina municipal y el campo de fútbol.

Una rotonda da paso al parque empresarial (restaurantes con menú a buen precio). Tras él recuperamos la ciclovía, sinuosa, que pasa ante el centro pastoral de Corte Bellotta con sus instalaciones deportivas. Poco después entramos en Valconasso, cuya iglesia de Santa María queda ligeramente apartada a la izquierda.

Ante un par de trattorias (más menús asequibles) y de la gran factoría láctea de Valcolatte, entre granjas y tierras de cultivo proseguimos hasta Paderna. Bordeamos un castillo que no se ve desde el camino y la iglesia de la Cattedra di San Pietro.

Cambiando de vía cada dos por tres en una sucesión de giros de 90º, dejamos a mano izquierda las casas de Montanaro y su factoría agraria con reloj. Cruzando el arroyo Riglio podemos subir hasta la solitaria iglesia de San Michele Arcangelo para regresar a la carretera, que ante un también aislado cementerio desemboca en la SS29 junto al oratorio de la Concezione.

Con cuidado vamos por esta carretera estatal 350 m hacia Cerreto Landi, desviándonos de ella a la izquierda para alcanzar su castillo, que cuenta con jardines y capilla. Una larga recta entre tierras de labor, cultivadas con maíz o tomates, nos conduce al cementerio de Chero y, 10 minutos después y a la vera del torrente homónimo, hasta la pequeña iglesia de San Blasio.

Cruzamos el núcleo, con su fuente y servicios de restauración, para salir por la SP38, peligrosa, aunque a los 200 m la abandonamos para tomar la Strada Tartaglia. Entre granjas dispersas, como las de Fiasca, Tartaglia o Colombaia, emboscados por altos árboles cruzamos el vado del torrente Chiavenna.

3,4 Cruce del río Chiavenna. Tras el inesperado oasis, donde permanece una casa arruinada, regresamos al plano, con la torre de la colegiata de Fiorenzuola a la vista. Llegados a una carretera la seguimos a la derecha para dejarla ante la granja de Ballabene. Ya solo resta aproximarse a la meta, entre viñas y huertas con frutales, bajo la SS9 y por la Via de San Protaso (fuente de agua muy fresca).

Una pasarela de metal nos permite cruzar el torrente Arda, y por el arco inmediato al oratorio de la Vergine del Soccorso, de esbelta torre, enfilamos el Corso Garibaldi, calle principal del regular casco antiguo. Así hasta encontrar, a mano derecha, el estrecho Vicolo dei Templari, por el que bajo una torre con arco accedemos a la Piazza Molinari, en la que se yergue la Colegiata.

5,9 Fiorenzuola d’Arda.