Aunque la distancia pueda parecer escasa, estamos ante la etapa reina del Camino del Salvador y probablemente una de las más bellas y solitarias de todas las rutas jacobeas. El recorrido, sin localidades intermedias y con dos collados a 1.568 y 1.564 metros de altitud, está bien señalizado y no presenta pasos peligrosos; aun así, deberemos tomar las precauciones lógicas en toda ruta de montaña, durante la cual la meteorología puede ser cambiante, y prepararnos para el considerable desnivel, con 672 metros acumulados de subida y 911 de bajada.