Etapa 8A: A Ramallosa - Vigo (camino oficial) | Al Loro

Justo tras cruzar el puente románico de A Ramallosa deberemos decidir entre seguir de frente por el trazado oficial, que va por el interior (con flechas amarillas), o girar a la izquierda para tomar la variante alternativa por el litoral (con flechas verdes). Disponemos de un panel informativo en varios idiomas, con mapa, en la misma bifurcación.

El camino oficial discurre por zonas bastante urbanizadas, casi siempre por aceras o asfalto y sin excesivos alicientes, en un recorrido un tanto rompepiernas por sus continuos desniveles.

Antes de entrar en Coruxo tenemos el desvío hacia la variante de O Freixo, que seguirán aquellos que decidan pernoctar en el pequeño albergue-refugio do Freixo, que regenta la asociación de vecinos de dicho barrio. Se recomienda avisar de nuestra llegada llamando a los teléfonos indicados en el cartel. Inolvidable la tortilla que cocina Suso en el bar de la asociación.

Por la ruta oficial entraremos en Vigo por la puerta de atrás, bordeando una zona industrial junto a la fábrica Citroën y el estadio de Balaídos; pero acto seguido recorreremos el parque de Castrelos y la senda fluvial del río Lagares, un pequeño oasis verde a pocos kilómetros del centro.

A pesar de no ser capital de provincia, Vigo es la mayor ciudad de toda Galicia, por lo que deberemos armarnos de paciencia para atravesarla. Aun con su mala fama de ciudad industrial, resulta mucho más interesante y animada de lo que pueda parecer.

En 2021 abrió sus puertas el albergue de peregrinos de la Xunta, en pleno casco antiguo.

Desde Vigo pueden tomarse barcos hasta las islas Cíes y Ons, un parque natural bajo estricta protección por la fauna terrestre y marítima que alberga, con maravillosas playas de arena blanca. Más información: Parque Nacional marítimo-terrestre das Illas Atlánticas de Galicia.

Un buen lugar para ver la puesta de sol sobre la ría y las islas Cíes es la terraza del moderno centro comercial A Laxe, situado en el puerto y al cual se puede acceder por una pasarela peatonal desde el casco viejo.

La ciudad ha sido escenario de varias películas: seguro que muchos recordarán Los lunes al sol, film de 2002 de Fernando León de Aranoa, en especial las escenas donde Javier Bardem y Luis Tosar, víctimas de la reconversión de los astilleros vigueses, cruzaban la ría en el transbordador con las grúas y el skyline industrial como telón de fondo.

La ciudad está llena de esculturas urbanas; en la céntrica plaza da Porta do Sol tenemos el Sireno, medio humanoide medio pez, encaramado en lo alto de una columna, y el Dinoseto, una escultura vegetal con forma de dinosaurio muy querida por los vigueses, especialmente los niños.

En el puerto hay otra escultura dedicada al escritor Jules Verne (1828-1905), quien ambientó en la ría de Vigo un capítulo de su novela 20.000 leguas de viaje submarino, donde el misterioso Capitán Nemo buscaba con su Nautilus los tesoros sumergidos de unos galeones españoles, hundidos en 1702 por la flota anglo-holandesa durante la guerra de Sucesión.

El tapeo en Vigo es impresionante, aunque hay que informarse bien para localizar las mejores zonas de tapeo gratis: en función del bar y de la hora podemos tener no una, sino hasta tres o cuatro tapitas de regalo con cada consumición.