Etapa 6: Rieti - Poggio Bustone | Recorrido

Distancia: 
17,2 km
Duración: 
5 h 30 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
4

0,0

5,6 km

Dejar la ciudad, pese a la ausencia de señales, no es complicado. Desde la catedral no hay más que seguir Via Cintia hasta el lugar donde estaba la puerta de la muralla. Luego se va al frente por el Viale Emilio Maraini, rectilínea avenida arbolada con cafés y fruterías, hasta la Piazza XXIII Settembre, con un monumento a los Caídos del Mar y la capilla neoclásica de la Madonna del Cuore.

Tras la gasolinera giramos a la derecha por el Viale Giulio de Juliis (bares, tienda, fuente), mejor por su arbolado paseo central, que concluye en una rotonda. A la vista del monte Terminillo con sus antenas, giramos a la izquierda, ya con señales, hasta una segunda rotonda presidida por el monumento al Jubileo del año 2000, una cruz sobre la bola del mundo.

En este punto se toma la carretera de La Foresta, provista de un mínimo arcén, que se prolonga en ligera cuesta arriba. De ella nos apartamos a la izquierda por un camino carretero arbolado, que tras una cancela, atención, regresa a la derecha a la SP7.

Unos metros después repetimos la operación rodeando la Villa dell’Annunziata, que ocupa un viejo convento capuchino con su capilla, para retornar a la carretera. La panorámica sobre Rieti y la Valle Santa es magnífica. Poco después, por un tramo más boscoso, descendemos hasta el recodo del valle en el que se instala el santuario de La Foresta, un auténtico vergel de paz.

5,6

2,4 km

Desde la puerta del templo descendemos por una escalinata cruzando un pequeño sector boscoso de gran belleza (fuente). Proseguimos hacia el valle por una pista asfaltada, y en dos cruces sucesivos vamos a la izquierda. Luego nos desviamos a la derecha por una pista de tierra que se dirige, trazando un profundo rodeo para cruzar un torrene, al B&B Rifugio nel Bosco.

Ante el acceso al alojamiento rural giramos hacia el norte por la Via Acquamarina, siempre emboscados, hasta toparnos con la carreterilla que, a la derecha, pronto nos deja ante el santuario de San Felice all’Acqua, con área de descanso con fuentes, una de ellas «santa».

8,0

3,6 km

En vez de seguir al frente la Via del Santuario, tomamos a mano derecha una pista local que nos ofrece una notable visión sobre el valle y sus lagunas, llegando a intuir a lo lejos la presencia de Greccio, y por nuestra ladera, Poggio Bustone a lo lejos. La Via Giovanni Pascoli nos conduce entre casas dispersas junto a la loma en la que se alza la capilla de San Gregorio

1,7 Capilla de San Gregorio, otro buen lugar para el reposo bajo los pinos (área de picnic y fuente). La aparición del conjunto medieval de Cantalice enriquece el panorama. Nos aproximamos al pueblo junto a la iglesia de la Madonna della Pace (s. XVI), en el barrio de Castagneto, para continuar por la arbolada Via del Castello, que conduce a lo que queda de la fortaleza medieval. Justo después el atrio del templo barroco de San Felice, con su torre del reloj de 1901, constituye una privilegiada plataforma panorámica.

Tras disfrutar de la fantástica vista sobre el casco medieval colgado de la ladera y el valle, comenzamos el descenso por la escalinata que sigue la Via G.B. Valentini, zigzagueando ante la iglesia de la Misericordia y, bajo arcos y pasadizos, por las plazas del Ballo, Corona o del Popolo (iglesia de Santa Maria del Popolo). El descenso concluye en la explanada de la Piazza della Repubblica.

1,9 Cantalice, Piazza della Repubblica.

11,6

1,8 km

Desde la Piazza della Repubblica, en vez de proseguir por la SP8, por la Via Elli Cairoli —no lejos del templo de la Madonna delle Grazie— volvemos a subir obteniendo un encuadre perfecto sobre este pueblo, que parece el decorado de un Belén.

Junto a un lavadero con fuente tomamos una estrecha y encajada senda, por momentos vertiginosa, que se introduce en el bosque y se prolonga, ya más ancha, hasta la iglesia de San Liberato Martir (área de descanso y fuente).

13,4

3,8 km

Pisamos ahora una carretera local, que pasa por un par de aldeas, pero pronto la dejamos para volver por un camino al bosque mixto mediterráneo. Tiempo después y por un barranco, los claros entre árboles nos permiten contemplar, casi de repente, la silueta de Poggio Bustone, un borgo fortificado de libro.

Después de cruzar una torrentera principia la escalada hasta el pueblo, que supera a todas las realizadas hasta el presente e incluye tramos de escaleras casi verticales. Fijamos el centro en la iglesia de San Giovanni, pero cuesta arriba todavía se llega hasta el convento franciscano de San Giacomo.

17,2