Etapa 2: La Robla - Poladura de la Tercia | Recorrido

Cruzamos La Robla a lo largo de la calle Mayor y seguimos la acera de la antigua carretera, en paralelo al río Bernesga; pasamos bajo un acueducto del siglo XVIII, dejamos a nuestra izquierda un puente de piedra (sin cruzarlo) y continuamos de frente; accedemos a la pequeña localidad de Puente de Alba (sin servicios, salvo una fuente), donde nos incorporamos a la acera de la nacional N-630.

Al final de las casas dejamos la carretera y tomamos una pista asfaltada a mano derecha; superamos un puente sobre la vía del tren convencional y acto seguido cruzamos bajo la línea de alta velocidad; entramos en Peredilla, otra localidad sin servicios.

Cruzamos el pueblo a lo largo de la calle Real, que corresponde a la antigua carretera; a la salida giramos a la izquierda, cruzamos un paso inferior bajo la N-630 y avanzamos por un camino de tierra, en paralelo a la vía del tren.

1,3 Ermita del Buen Suceso; nos incorporamos al arcén de la carretera nacional durante 200 metros, que abandonamos para tomar a la izquierda una carreterita local; superamos un paso a nivel y, acto seguido, un puente sobre el río Bernesga.

0,7 Nocedo de Gordón, localidad sin servicios en la cual no entramos.

Justo al llegar a las primeras casas torcemos a mano derecha por una pista ancha y, al cabo de 500 metros, pasamos bajo un gran viaducto del AVE; continuamos de frente, primero por camino y después por sendero, durante un tramo agradable y sombreado en paralelo al río Bernesga; cruzamos un puentecillo sobre un regato y ascendemos junto a una depuradora; bordeamos una subestación eléctrica y continuamos por asfalto hasta La Pola de Gordón, localidad relativamente grande y que cuenta con todos los servicios; al entrar superamos un paso inferior para peatones bajo las vías del tren y cruzamos el puente sobre el río.

Giramos a la izquierda por la calle Constitución (avenida principal que corresponde a la carretera antigua) y continuamos por su acera, pasando ante la iglesia de la Asunción. A la salida, justo antes de una curva, dejamos la carretera para tomar un camino a mano izquierda que desciende junto al cauce del río; pasamos bajo un puente metálico del ferrocarril, caminamos junto a una alambrada y salimos a un pequeño polígono industrial (hay una estación de servicio con cafetería, a apenas 200 metros), donde veremos una baliza del Camino Olvidado, que discurre en sentido contrario; nosotros tomamos a mano izquierda la carretera LE-473, superamos un puente sobre el río Bernesga y, siempre por asfalto, accedemos al alargado pueblo de Beberino (sin servicios, salvo una fuente y un local social, si bien suele estar cerrado).

Continuamos con precaución por el arcén de la carretera LE-473, que recorre una garganta encajonada y muy bonita, excavada por las aguas del río Casares; al cabo de 1,0 km tomamos a la derecha una carretera de montaña, en suave ascenso, que conduce a Buiza (atención, pues es estrecha y bastante revirada); tras 1,3 km superamos la ermita de la Virgen del Valle (siglo XVI) y, poco antes de llegar al pueblo, veremos a mano izquierda la silueta recortada de un lobo, vigilando nuestros pasos desde una peña (no temáis, es sólo una escultura). Ya en la localidad pasamos junto al albergue de peregrinos (habilitado en las antiguas escuelas, con una fuente de agua fresquísima en su jardín), seguimos a lo largo de la calle principal y de frente por la calle Iglesia, para salir ante la fuente nueva. Los vecinos disponen de un bar social, de horario incierto (suele abrir unas horas por la tarde) y sólo sirve bebidas.

Rodeamos la fuente por la izquierda, tomando la calle de las Sierras, en fuerte subida, y giramos por la primera bocacalle a mano izquierda. Salimos de Buiza y al cabo de 400 metros nos incorporamos a una pista ancha, que seguimos a la derecha; 300 metros más adelante la dejamos por un camino a mano izquierda, en ascenso (el desvío está bien señalizado); aquí comienza una subida dura pero progresiva por caminos y senderos de montaña, sin pérdida posible, durante la cual —si el día acompaña— gozaremos de vistas increíbles. 

2,1 Tras un tramo con bastante piedra suelta, superamos las Forcadas de San Antón, una faja de curiosas formaciones rocosas; continuamos ascendiendo hacia un collado, el punto más alto de la etapa.

0,6 Alto de las Forcadas de San Antón, a 1.462 metros de altitud. Iniciamos la bajada por una pista que atraviesa un bonito bosque de abetos y pinos; superamos una primera caseta de aguas y llegamos a una curva muy cerrada de 180 grados a la derecha, justo después de la cual vemos una segunda caseta con flechas pintadas.

1,3 En dicha segunda caseta dejamos la pista para tomar un sendero que sale a mano izquierda, estrecho y en subida.

[Opción para ciclistas o en caso de mal tiempo (indicada a trazos en el mapa de la etapa): en lugar de subir por el sendero es posible continuar de frente por el camino principal, que desciende por el fondo del desfiladero, superando las Hoces de Rodiezmo; al cabo de 1,2 km, al llegar a la Cruz de la Salve, la rodeamos y giramos a la izquierda, ahora por pista en suave ascenso, para reincorporarnos al camino oficial 600 metros más adelante.]

Ruta oficial: ascendemos por la ladera del Barrancón, en un tramo precioso, bastante abrupto y con algún recodo un tanto aéreo, donde deberemos prestar atención. El sendero discurre a media ladera por encima del desfiladero y nos ofrece vistas fantásticas del valle, con la cordillera al fondo. Tras la cuesta inicial sigue una zona más llevadera que alterna tramos de hierba, donde las estacas han sido sustituidas por piruletas amarillas rematadas por una flecha o una vieira; atención al cruzar algunos cercados, pues la tira blanca del alambre suele estar levemente electrificada.

1,3 Tras el descenso nos incorporamos a una pista de tierra que conduce, llaneando y sin pérdida posible, a San Martín de la Tercia (poco antes del cementerio cabe la posibilidad de atajar campo a través por el recorrido antiguo que llevaba directo a Poladura, pero actualmente no está señalizado). 

2,6 San Martín de la Tercia, localidad sin servicios.

Avanzamos por la calle principal y, al llegar a un regato, torcemos a mano izquierda para tomar un camino en subida; al cabo de 500 metros, junto a una caseta, giramos a la derecha y descendemos con precaución (tramo un tanto resbaladizo) al arroyo de Lamoso; cruzamos un puentecillo de madera y seguimos de frente hasta Poladura de la Tercia (localidad pequeñísima y muy agradable, con apenas 50 habitantes); sus únicos servicios son el albergue municipal de peregrinos, en la planta alta del edificio de la antigua escuela, y una posada - hotel rural con bar-restaurante.