Etapa 2A: Saint-Jean-de-Luz - Irún (por el interior) | Al Loro

Hoy tenemos por delante una etapa corta y sin complicaciones que nos permitirá conocer Irún, ciudad fronteriza y bien comunicada mediante trenes y autobuses, donde muchos peregrinos comienzan su singladura.

El trazado oficial del camino discurre por el interior, si bien la mayoría escoge la ruta alternativa por el litoral para descubrir la belleza de los acantilados de la Corniche Basque. Los más fuertes pueden plantearse prolongar la jornada hasta Pasajes de San Juan.

En nuestro recorrido por Ciboure pasaremos ante la casa donde nació el pianista y compositor Maurice Ravel (1875-1937), autor del famoso Bolero que lleva su nombre.

Cada mes de julio se celebra durante un fin de semana la Atun Besta, la fiesta gastronómica del atún.

Al este de la playa de Hendaye se yerguen les Deux Jumeaux, dos peñascos gemelos que, según cuenta la leyenda, fueron lanzados por el mítico caballero Roldán, lugarteniente de Carlomagno, con la intención de destruir Bayonne, pero falló y cayeron en el mar. Los geólogos se descojonarían de la risa.

SOBRE IRÚN:

El simbólico punto de inicio del camino —para quienes empiecen en Irún— es el medio abandonado puente de Santiago sobre el río Bidasoa, en la frontera con Francia. Se halla a poco más de un kilómetro del centro, cerca del parque ferial.

La Credencial del Peregrino puede conseguirse en el mismo albergue de Irún (aunque no se pernocte) o en la cercana parroquia de San Gabriel y Santa Gema (Padres Pasionistas, en la calle Estación, 24-26, de martes a domingo de 9:00 a 12:30).

A pocos metros del ayuntamiento, en la esquina de la calle Mayor con su primera bocacalle, hay una bifurcación: los que tomen el Camino del Norte deben descender por la calle Fueros y girar por el Paseo de Colón; por el contrario, quienes tomen el Camino Vasco del Interior continuarán en ascenso a lo largo de la calle Mayor.

Los pescados y mariscos, reyes absolutos en las cartas de los restaurantes, son también ingrediente imprescindible en la elaboración de sopas y guisos. Aquellos que prefieran la carne disfrutarán con el chuletón, cuyo precio varía en función del peso, producto estrella en las sidrerías que encontraremos a las afueras de la villa.