Nos espera un trayecto largo, que se puede reducir si elegimos la variante de Colle di Val d’Elsa (Nota 2024: Nos informan que todo el mundo toma esta variante), más urbana y que nos permite conocer esta bella localidad, frente a la paisajística de Quartaia, que pasa muy cerca de la abadía de Coneo. Las colinas toscanas y sus viñedos están presentes, pero hoy vamos a gozar sobre todo del valle, con bosques abundantes y terrenos de cultivo. Hacia el final dos sorpresas: el bonito pueblo de Strove y la murada abadía de Isola, en la que retornar al Medievo. ¿Y qué decir del pequeño núcleo de Monteriggioni, situado en lo alto de una colina con su muralla torreada completa? Pues que se trata de otro lugar emblemático de la Toscana, y por ello muy turístico y caro, aunque con un buen alojamiento para peregrinos.