Etapa 28A: Triacastela - Sarria (por San Xil) | Al Loro

Ambos caminos son del máximo interés, ¿cuál elegri?. Podéis leer el artículo de Antón Pombo: ¿por San Xil o por Samos?

Por San Xil es 6,6 km más corto y cruza uno de los valles más bonitos de toda la ruta jacobea. Así mismo, por Samos el camino avanza por espectaculares bosques de robles y castaños a la vera del río Oribio (o Sarria), regalándonos además la visita al extraordinario Monasterio de Samos. Ojalá todas las decisiones fueran como esta: tanto por San Xil como por Samos... ¡acertaremos!

La variante de Samos es, sin duda, la mejor opción para los bicigrinos a excepción de los 2 km de O Vao a Gorolfe, el primero de los cuales se solventa subiendo a la iglesia de Pascais por la pista anterior, y el segundo con prudencia. De seguir la de San Xil es mejor que optéis, superado el Alto de Riocabo, por la carretera LU-P-5602; el Camino cuenta con varios pasos pedregosos y estrechos que no son compatibles.

Si optamos por San Xil, a la salida de Triacastela hemos de cruzar la carretera provincial LU-633 para tomar una pequeña carretera local en dirección a San Xil.

Los servicios de restauración intermedios los encontramos en Montán, Furela, Pintín y Calvor.

Aquí tiene su estudio y sala de exposiciones el pintor inglés Arthur Marlon-Lowe, que además de obras de más porte, también ofrece grabados y postales, así como un singular sello para la credencial.

Entre Montán y Furela, en Losada, a 5 minutos del Camino, se encuentra La Casa del Alquimista. Se trata del taller del fallecido artista Antonio Bello, colaborador en Canarias de César Manrique, que obtuvo su materia prima en las rocas de las montañas circundantes. En temporada, su hijo Armiche continúa el trabajo de creación y muestra el museo, donde ha creado un espacio de meditación.

La ciudad es la más grande del Camino Francés en Galicia (Santiago aparte), y se sitúa a poco más de 100 kilómetros de Santiago; son muchos los peregrinos que inician aquí su camino, pues estos son los kilómetros mínimos para conseguir la tan preciada Compostela. El cambio de ambiente, desde ahora, será substancial para los que venís de lejos, conviene estar preparados y practicar el zen.

La rúa Maior es el eje de la vieja villa, y aparece jalonada de palacios, casas con galerías y el que fue Hospital de San Antón (ahora juzgados), activo hasta 1839. Junto a él se alza la iglesia de Salvador, gótica del siglo XIII, con bella portada lateral en la que figura Cristo entre dos árboles simbólicos.