Desde el corazón del casco histórico, la Piazza Cavour, por las vías Morosone (Carrefour Express) y Francesco Crispi regresamos enseguida al eje viario del Corso Libertà. Esta calle termina, ante una gran caserma o cuartel, en la Piazza Modesto Cugnolio. Desde ella no hay más que seguir al frente hasta cruzar el río Sesia, aunque el puente no deja excesivo espacio a los peatones.
La carretera por fin concluye al desviarnos a la derecha por la Strada de Boarone, que pronto dejamos de nuevo a la derecha para continuar por pistas agrarias ante las granjas Bischizia y Mazzarella, avanzando entre maizales y chopos. Un dique elevado entre arrozales nos permite echar la vista atrás para contemplar por última vez las esbeltas torres de Sant’Andrea y la cúpula del Duomo. Nos dirigimos al paso inferior de la A26, conocida como Autostrada dei Trafori en alusión a los muchos túneles que atraviesa, aunque por esta zona, evidentemente, no hay ninguno.
4,9 Paso bajo la A26. Poco a poco, por el mar de arroz, nos vamos aproximando al río Sesia y sus arboledas, lo que resulta más gratificante. En un momento dado bajamos a un arroyo y encontramos el cartel de bienvenida a Palestro, lo que supone entrar en Lombardía.
Entre choperas nos aproximamos a dicha localidad, visible ya su torre medieval almenada de ladrillo, cruzando el canal de Crocettone. El itinerario se limita a bordear el pueblo por la Via Garibaldi.
5,9 Palestro.