Salimos desde la plaza de Santa María, en el centro histórico, ya sea por la rúa do Sol o bien por la rúa Concepción Arenal, pues ambas confluyen al cabo de pocos metros; seguimos en fuerte bajada por la Travesía de San Juan y después por la Travesía do Matadero, que se convierte en un sendero estrecho entre muros de piedra por el que abandonamos Vilalba.
Pasamos junto a las instalaciones de la depuradora y cruzamos un puente sobre el río Madalena, después del cual comienza un fuerte repecho. Al cabo de 1,1 km pasamos bajo los viaductos de la autovía A-8 y llegamos al Ponte Rodríguez, sobre el río Trimaz.
2,3 Ponte Rodríguez, con un cruceiro y un hórreo justo tras atravesarlo. Ascendemos por caminos de tierra y corredoiras hacia las casas de Gabín y Boizán, y después volvemos a cruzar la autovía A-8, esta vez por el puente de una carretera; allí giramos a la derecha y seguimos una pista asfaltada durante 400 metros hasta llegar a la N-634, frente a San Xoán de Alba, donde tenemos un bar-restaurante a 100 metros a la derecha (Casa Cascudo, con buen menú del día). Vemos el cementerio y la capilla al otro lado de la nacional, pero no es necesario cruzar.
3,4 San Xoán de Alba.