Etapa 5V: Xinzo de Limia - Allariz | Recorrido
0,0 | |
5,5 km | Desde la Praza Maior se sigue la Rúa da Constitución, torciendo a la derecha para pasar ante la iglesia vieja de Santa Mariña. Por las rúas do Peto y de Santa Mariña se llega al parque do Pombal, donde nos despide de la villa la gran escultura de la pantalla, personaje típico del carnaval local. La buena vida concluye en la rotonda en la que confluyen la N-525 y la OU-531. El camino histórico avanza por la segunda, en un primer tramo bajo los plátanos que ornan la avenida de Celanova. A partir de una segunda rotonda se nos ofrecen dos opciones: seguir la OU-531 —3,9 km por el arcén— o tomar al norte una variante funcional señalizada con postes de madera, de 5 km. Ambas, tras cruzar el canal principal de la Laguna de Antela, confluyen en Vilariño das Poldras. |
5,5 | |
1,3 km | Ascendemos hasta el núcleo, con su capilla de San Mateo y el pazo do Penedo, ante el cual existe un mirador sobre A Limia con área de descanso. La carretera OU-1116 sigue a Couso de Limia. |
6,8 | |
1,7 km | Entre su disperso y alargado caserío proseguimos hasta la vecina localidad de Sandiás, cabecera de un municipio que nos recibe con su albergue. |
8,5 | |
4,8 km | La ruta oficial, un despropósito al que planteamos una alternativa (ver Al Loro), prosigue por la N-525 ante un taller y un desguace de vehículos, encantador panorama. Por la derecha hay algún tramo paralelo, pero si optamos por usarlo nos veremos obligados a cruzar la carretera varias veces. Llegados a un punto se plantean dos opciones: seguir la nacional —si no quieres café, dos tazas— por Novaíño y Piñeira de Arcos (no lo recomendamos), o la congostra (camino encajado), delimitada por muretes de piedra seca, que atraviesa un delicioso bosque compuesto por robles, alisos y otras especies autóctonas. La segunda opción, que sin duda es la de los peregrinos, nos deja en la vetusta aldea de Pegas do Cotorro. |
13,3 | |
1,6 km | Los bosques se prolongan entre el límite de A Limia y el inicio de la comarca de Allariz. Superado el disperso núcleo de Coedo, subimos por un camino de tierra hasta la aldea de Torneiros. Nota agosto 2024: Un peregrino nos informa (gracias) de que antes de llegar a Torneiros, y hasta San Salvador dos Penedos, el camino está impracticable y para avanzar hay que desviarse por prados con vallado eléctrico. |
14,9 | |
2,1 km | Arboledas y pastos nos conducen a una solitaria encrucijada en la que fue emplazada una marquesina. 100 metros después penetramos en un precioso bosque por el que el camino desciende suavemente trazando codos. El paseo se ve interrumpido por las casas de San Salvador dos Penedos, con buenos edificios de piedra y capilla. |
17,0 | |
3,5 km | Continúa el recorrido por el bosque, al borde de un regato, sobre un viejo camino con sus marcas de rodada en la roca granítica. En un lateral está la Fonte do Santo, que mana de un redondeado peñasco. Al concluir el bosque divisamos el valle del Arnoia, bajando entre las viviendas de Paicordeiro (un atajo permite evitar una curva cerrada) hasta Allariz. Accedemos al casco antiguo por la Rúa do Hospital, que desemboca en la Praza Maior. |
20,5 |