Blenques
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¿Diferencias entre peregrino y senderista?

Alguna diferencia habrá y como en este foro muchos se proclaman peregrinos y hablan de sus peregrinaciones pues lanzo la pregunta. Que quede claro que cada uno se puede denominar como quiera pero tampoco estaría de más tratar de ser precisos, si se puede.

Ante cualquier definición es español lo primero que hay que hacer es ir a la RAE:

Peregrino:

Primera acepción: dicho de una persona, que anda por tierras extrañas.

Segunda acepción: dicho de una persona, que por devoción o por voto va a visitar un santuario.

Si nos atenemos a la primera acepción, un peregrino es lo mismo que un caminante o un senderista. No hay diferencia.

Si nos atenemos a la segunda, aparece un componente religioso, pero no se especifica que la visita tenga que ser necesariamente andando. Se puede peregrinar en coche.

Si mezclamos las dos acepciones nos quedaría peregrino como una persona que se dirige a visitar un santuario por devoción o por voto. Esa es la idea de peregrino a Compostela que parecería más razonable.

Pero la experiencia me dice que la mayoría de las personas que van a Santiago por cualquiera de sus Caminos no lo hace por motivos religiosos y sin embargo se autodenominan peregrinos. Y de alguna manera rechazan ser identificados como senderistas, o caminantes que es lo mismo. A alguno le puede parecer que por andar durante varios días, llevar todo lo necesario en la mochila y dormir en albergues ya se es peregrino, que esas dificultades te convierten en peregrino. Pues tengo que decirle que no, los senderistas en travesía duermen en vivac, en tienda, en refugios de montaña en muchas ocasiones más precarios que cualquier albergue.

Así que hacer un Camino que surgió como vía de auténtica peregrinación religiosa no nos convierte por hacerlo en peregrinos si nuestra motivación no es religiosa. Queda claro que cada uno puede autodenominarse como le de la gana (y más en estos tiempos), como peregrino, como senderista o como superhéroe si quiere; pero ¿porqué no dejamos la acepción de peregrino para el que hace el Camino por verdaderas motivaciones religiosas?. ¿Acaso perdería este cambio de denominación nuestra experiencia del Camino?.

¡Saludos a todos!

Berto_kairos
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No por Dios Blenques!! No por Dios!! Si no teníamos suficiente con el tema del calzado ahora nos presentas la madre de todas las preguntas sin respuesta!! Jajajajajaja

Me ha gustado tu comentario. Mi opinión es que en las grandes rutas de montaña no hay espíritu peregrino aunque las condiciones sean mucho más exigentes, sí que hay cierto espíritu de camaradería, pero ahí acaban todas las semejanzas. En los Caminos de Santiago, aunque las personas no sean Cristianas Catolicas Apostólicas y Romanas, sí que se respira un ambiente espiritual al que podríamos llamar peregrinación. Quizás solo sea para expiar nuestros pecados digitales de una sociedad individualista y ultratecnificada, pero lo cierto es que peregrinar a Santiago hoy en día nos proporciona alimento espiritual.

Ultreia!! :)

Blenques
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Yo creo que la diferencia entre el Camino de Santiago y una larga ruta de motaña tipo GR 11 para un no creyente se debe sobre todo a que en la segunda te encuentras con mucha menos gente y encima no llevas necesariamente la misma dirección con lo que es muy difícil coincidir. Es la interacción constante con otras personas y el camino común lo que hace tan especial al Camino. Si el Gr 11 lo iniciaran cada día 100 ó 200 personas (obviamente eso nunca ocurrirá ni quiero que ocurra) que fueran coincidiendo en los refugios me parece que las sensaciones serían iguales o incluso superiores porque el esfuerzo y la magnificencia del camino son muy superiores. Compañerismo, buenas conversaciones, apoyo, etc siempre han sido consustanciales al senderismo.

¡Saludos!

Berto_kairos
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Sí, lo cierto es que en esos aspectos que señalas estoy plenamente de acuerdo contigo. Si todos hiciesen el GR11 en la misma dirección y hubiese más de 3 montañeros por etapa. Aunque a diferencia del Camino que, de los que lo comienzan el 90% lo acaba, en el GR11 ese número baja considerablemente al 50% jajajaja Recuerdo un montañero italiano con una mochila de 20kg que conocí en Irun, el pobre solo llegó hasta Elizondo. Las rutas de larga distancia sean cuales sean son una maravilla de la vida. Lo que más me atrae de este tipo de rutas es que nadie está más preparado que otro hasta que se llega al destino. En resumen... es una gran escuela de humildad!!

Un abrazo!! :)

Penedo
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Hola a tod@s. Hola Blenques. La diferencia entre un senderista y un peregrino (o lo que algunos entienden por peregrinos) son muchas, solo tienen algo en común, en los dos casos se camina.

 

 

Se dice en el Códice Calixtino, o sea, tiempo ha, nada menos que del Siglo XII, que el Camino está abierto a cualquier creencia, o lo que es lo mismo, la que sea, Cristiana, Judía, agnóstico y demás denominaciones y reitero, no lo digo yo, lo dice el famoso Códice y no seré yo quien diga lo contrario.

 

 

Pero......hay algo más, sin entrar en senderismo de alta montaña, que esa es otra historia, un senderista, camina unos días, en ocasiones uno solo, y se va a casa a dormir, el que comúnmente se denomina peregrino, se hace unos cuantos días caminando sin pasar por casa. Un senderista, sin pretender generalizar, no está tan motivado como un peregrino, generalmente ante una dificultad, digamos mediana, lo deja, el peregrino como quiere llegar sigue, aunque a veces sea inapropiado para su salud. A lo anterior, añadir que estas circunstancias influyen en la mochila, como es evidente y por lo tanto en su contenido.

 

 

Asimismo, un senderista, generalmente, afronta una ruta en compañía, si que pudiera afrontar una ruta solo, pero no es lo normal, un peregrino lo hace indistintamente, solo o acompañado, afrontándolo generalmente solo, a medida que acumula Caminos.

 

Seguramente se me quedan algunas diferencias en el tintero, pero ahora mismo son las que me vienen a la cabeza.

 

Personalmente, entendiendo que pudiera haber gente que piense distinto, hay en un peregrino una circunstancia personal, sea por creencias religiosas, espirituales, retos, etc. etc. cuando en el senderista es raro que se camine por estas citadas circunstancias, predomina más el disfrutar de la Naturaleza, Paisajes, etc. etc.

 

Dicho lo anterior y como apunta Berto_kairos, esta es la “madre del cordero” de las preguntas sin una respuesta concluyente y me temo que así lo seguirá siendo por los siglos de los siglos.

 

Bo Camiño.

EngelAbel
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Ostraaas !!! Al mogollón, al mogollón !!!

La llaga en el dedo !!!

laugh

Cristineta87
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Después de 2 posts con mucha tela que cortar...

Falta un tercer post para ya ponerle la guinda al pastel: por qué motivos haces el Camino y/o por qué vuelves al Camino?

PD: yo no sé cómo clasificarme xD sendepergrina?

Berto_kairos
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Jajajajaja Ya te digo!! Creo que esos tres temas que señalas deberían estar siempre fijados en el comienzo del foro y que cada uno vaya poniendo sus reflexiones personales. Después cada año se recopila todo y se saca un libro. Se podría llamar La Historia Interminable de Santiago... jajajaja

EngelAbel
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Oú !!!! Total Cristineta !,... Y estaría la antología completa,... Eso merece un hilo aparte para ir rellenando el puzle...

Papadopou
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Indi
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Jajaja jajaja laugh, vamos, vamos!!

Papadopou
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Ahí le has dado, con dos ...  bordones !!!  Olé las preguntas con enjundia!  

 

ARAMEO
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El problema es que los "peregrinos" de hoy en día, la mayoría llevan ropa de senderista, luego se pueden confundir

Blenques
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No creo que sea cuestión de ropa sino de actitud. Se puede desear ir a la misa del pergrino con pantalones Quechua o con esclavina. Muchos que se dicen peregrinos demuestran más devoción real por "la San Miguel" que por Santiago.  Pero si un devoto de la San Miguel camina durante dos semanas con la mochila al hombro también acabará sintiendo su espirutalidad ya que las circunstancias harán que aflore porque la lleva dentro. Por eso el Camino nos apasiona a todos, peregrinos y caminantes.

Papadopou
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Según una de las acepciones del palabro "Primera acepción: dicho de una persona, que anda por tierras extrañas."  Los que repiten año tras año el mismo camino se quedan fuera. A menos, claro, que queden encuadrados en la "Segunda acepción: dicho de una persona, que por devoción o por voto va a visitar un santuario."  La devoción es importante.

Indi
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Venga! Así a bote pronto y sin devanarme mucho los sesos:

Yo, cuando camino hacia Santiago, hacia el Finis Terrae, o hacia cualquier otro santuario, sea cristiano o pagano, pétreo, rupestre o natural, con consciencia de búsqueda de alimento espiritual, de respuestas, de conocimiento interior, soy Peregrino. 

Cuando salgo a caminar, a hacer tramos de senderos, a esta o aquella bonita ruta, sea de uno, dos o diez días, lo hago para entrenar y preparar el cuerpo para la próxima peregrinación, o para pasar un día/días agradable con amigos o familia. No siento nada especial haciéndolo más allá de la satisfacción deportiva y bienestar corporal, ni tiene un sentido espiritual. Entonces soy senderista, caminante o paseante. En este último caso no visito foros de senderismo o paseantes, como mucho busco en Wikiloc la próxima ruta. 

Cuando vine a este foro lo hice para conocer más y no perder conexión con aquello que me transformó como ser humano tras caminar desde mi casa hasta Santiago como Peregrino, siguiendo la línea invisible Oeste-Este desde mi casa hasta alcanzar Jaca, y desde allí por el Camino Francés, hasta Santiago, atendiendo a una necesidad irracional -digamos llamada-, que tiraba de mí con hilos invisibles, que consiguió que culminara algo que ni yo mismo creía capaz, superando adversidades, incertidumbres y miedos, aferrado siempre a un "algo" intangible que tiraba de mí y me sostenía. Algo que intenté digerir durante horas apoyado en el mismo soportal desde el que Bolitx, unos años antes, contemplaba la Catedral en la que sería portada de su "El Gran Caminante". Por entonces no sabía nada de nada del Camino de Santiago, y apenas nada de la existencia de esta web, que conocí precisamente durante aquel Camino de mano de otro peregrino. Desde aquel momento en el soportal no he podido ni querido evitar mantener permanente en mí ese contacto vital con aquello tan "Grande". Y aquí estoy, con mis compañeros peregrinos. 

Y ya que diseccionamos con bisturí, me atrevo a decir que de entre todos los Caminos a Santiago que proliferan hoy, por supuesto que existe una gran diferencia en ellos respecto al aspecto espiritual, religioso, interior. He podido recorrer después algunas otras rutas jacobeas y, no sé muy bien el motivo, pero no he conseguido esa conexión espiritual con lo esencial, lo intangible, de manera continuada, que sí encuentro en determinados lugares del Camino Francés. Pero eso es tan particular de cada uno que lo vale para mí no vale para tí.

Para mí resulta evidente que El Camino era una ruta ancestral sagrada y espiritual (y aquí abrimos otro melón, Berto) mucho antes de que la iglesia la hiciera suya, en otro claro ejemplo de sincretismo religioso. Y aunque no es el tema que nos ocupa ahora, probablemente estemos hablando de una de las rutas de peregrinación más antiguas de la humanidad. 

La diferencia en mi opinión entre ser peregrino o senderista: la predisposición y ánimo del peregrino/senderista al emprender la ruta, al recorrerla, y al culminarla. Ambos tienen cabida, faltaría más, aunque senderos hay muchos más que rutas sagradas, pero con menos bares, eso también.

Bueno, todo esto da para varios tomos de esos de V.V.A.A. y yo lo dejo aquí...Saludos!

 

Berto_kairos
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Amén!! :)

Blenques
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Yo creo que todo lo que comentas que se encuentra en el Camino tipo conexión espiritual, conocimiento interior, etc nos viene del mero hecho de caminar y socializar con gente que tiene el mismo objetivo. Creemos que esas sensaciones nos las da el Camino pero están en nosotros mismos y aparecen cuando conectamos con la naturaleza de tú a tú, caminando con esfuerzo durante días. Yo al menos he sentido esas mismas sensaciones igualmente, o incluso en mayor grado, en mis travesías por el Pirineo.  Si Santa María de Eunate te extasía, no lo hace menos el pasar por el collado de Tebarray.

¡Saludos!

Berto_kairos
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Muy interesante Blenques! Pero el collado de Tebarray es una creación de la naturaleza y Eunate lo es de los hombres (que también somos naturaleza claro). Ahí estriba en cierta manera la diferencia entre lo que es o no una peregrinación... así a bote pronto :)

P.D: A no ser que atribuyamos un alma a elementos de la naturaleza (animismo) cosa que no cuadra en nuestra tradición judeo-cristiana. Pero eso es harina de otro costal...

Indi
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Mira, mira, lo que nos cuenta aquí Antón Pombo. A tomar por saco la mística en Eunate.

Habemus causa común, "peregrinos". A los senderistas tal vez les de lo mismo wink

https://www.gronze.com/articulos/huertos-solares-valdizarbe-24707

Joseppb
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Cuando aprenderemos a no equivocarnos en nombre del progreso de "algunos". Es un atentado al sentido común. Ayudemos a evitarlo. angry

Blenques
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Ja,ja,ja Indi te recojo el guante porque me lo has puesto a güevo. Los senderistas vamos muy motivados en nuestras salidas por los temas estéticos y el entorno natural por lo que justamente este tipo de intervenciones en el mediio ambiente son de las que más nos preocupan y nos molestan especialmente. Sin embargo a los peregrinos, como vais buscando otras motivaciones más espirituales, pensaba que no os molestaban tanto este tipo de inconvenientes ya que el objetivo real, llegar a Santiago, no merma por caminar por el andén de una carretera, cruzar un polígono industrial o por un parque eléctrico, como se plantea el caso......smileydevil

Indi
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No, no...a los peregrinos esto nos toca mucho más que a los senderistas. El Camino es Sagrado, además de gozar de una protección especial que algunos se saltan a la torera o lo intentan. Si por mí fuera haría un Camino en bulldozer arremetiendo contra polígonos industriales, aerogeneradores, autovías, aeropuertos, parques solares y todo lo que me salga al paso. laugh

Ahora en serio, después de leer a más "motivados", cojeen del pie que cojeen, da gusto ver que aun en la diversidad de opiniones y maneras de entender un concepto haya tanta proximidad a la hora de considerar al Camino como un evidente "conducto" de conciliación, fraternización, conexión con la naturaleza, con nosotros mismos..., en definitiva: una coctelera de valores que convenientemente agitada y consumida con o sin moderación produce efectos extremadamente positivos.

By_Octavio
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Amén!!, así es.

PATXIKIÑU
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Si desaparecieran los Albergues Publicos Parroquiales y Municipales y solo quedaran los Privados.como seria el Camino Pregunto? 

ARAMEO
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Más caro, o menos económico para algunos, nada más

 

Hay peregrinos que no pisan los públicos y más en Galicia que hay que correr para tener plaza

Ricardo Ferrer ...
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Si desaparecieran los albergues públicos parroquiales se perdería un referente espiritual en el camino. Y referencia a los municipales, poco los hecho de menos, por la masificación y la falta de espiritu peregrino que se respira en los mismos..

Se fomentarían los albergues privados, mi experiencia  ha sido grata, algunos son entrañables y muy bien llevados por los dueños, creo que se mejoraría las condiciones de alojamiento de los peregrinos, pues el boca a boca, les motivaría para dar un mejor servicio.

Papadopou
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Públicos o privados, opino que los albergues no son determinantes sino un mero soporte al fenómeno de la peregrinación. También en los bares que encontramos en el Camino se confraterniza y hay un espíritu fraternal, especialmente después de un par de copas, y no creo que por ello nadie los considere un referente espiritual. Si así fuera la compostela la extenderian recorriendo el París Dakar en Santiago, aunque no se si continúa vigente esa ruta.  Yo opino que, en el Camino, la procesión, mejor dicho la peregrinación, va por dentro (del peregrino, claro).

Manuel Moralo
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Una cuestión muy interesante, Blenques. Y que nos interpela a todos, creo. Gracias por traerla por aquí.

Yo incluso incluiría un tercer término en la disputa. Porque están los peregrinos y los senderistas, pero también están los caminantes. Lo digo desde mi propia experiencia personal. Intentaré explicarme.

Nunca me consideré un senderista haciendo el Camino (en mi caso, el Camino por antonomasia, el Francés). Senderista es (o soy, esporádicamente) quien sale a recorrer la naturaleza por deporte o por mero disfrute. Aunque haga distancias largas o incluso rutas de varios días, el senderista no tiene, en principio, intención cultural, filosófica o espiritual alguna. Y, aspecto importante: el senderista rehúye los núcleos de población; así, mientras más salvaje o poco hollado el entorno, mejor. El Camino, ya lo sabemos todos, no resulta ser precisamente una ruta senderista al uso.

Por eso, para mí, desde el primer tramo del Camino al que me lancé con la mochila al hombro, la verdadera disyuntiva estribaba en si yo me podía considerar un verdadero peregrino, o bien era un caminante sin más. Y era una cuestión que, como habéis dicho muchos de vosotros, me perseguía y no conseguía resolver de una manera nítida y satisfactoria.

No soy creyente. Y tenía claro que el Camino es una ruta de peregrinación católica a la tumba del Apóstol, con siglos de tradición. Debido a ello, no dejaba de sentirme, al menos al principio, de alguna manera un poco fuera de mi sitio. Como si hubiera entrado en una casa ajena; un extraño en una actividad de creyentes a la que, si bien no se me prohibía la entrada, no había sido, en puridad, invitado a participar. De ahí que tuviera la mayor consideración y respeto por lo que yo entendía como verdaderos peregrinos. Que haberlos, los había, si uno prestaba suficiente atención para descubrirlos entre la plétora de turigrinos (claramente, una especie invasora) y otros especímenes por el estilo.

Me tenía más por caminante. El caminante se pone en marcha impulsado por sus ganas de conocer mundo, de filosofar, de encontrar algo en su caminar y de ensanchar tanto su cultura como su conocimiento de sí mismo. El caminante tiene un cierto anhelo de espiritualidad. El caminante sueña, a veces, con ser vagabundo, un vagabundo mediopensionista.

Por eso, cuando hablaba o escribía sobre el Camino, me tildaba a mí mismo, a lo sumo (y no sin cierta incomodidad, por parecerme petulante), como caminante peregrino, o peregrino/caminante.

No obstante, si uno hace el Camino con la suficiente apertura de espíritu, va asumiendo, casi sin darse cuenta, ciertas características asociadas a la idiosincrasia de los peregrinos. Como la de ser humilde: no exigir, sino agradecer. O ser solidario con el resto de peregrinos/caminantes. O la austeridad. Y, por supuesto, se impregna de la espiritualidad que, todavía, queda en el Camino; cómo no hacerlo cuando uno presencia una oración recitada por un simpático sacerdote italiano en plena marcha con su grupo de feligreses, o un oficio religioso dedicado a los peregrinos, o incluso participa en una práctica ecuménica de acción de gracias.

Así, finalmente este verano culminé el recorrido completo del Camino Francés (realizado en cinco tramos veraniegos) llegando de nuevo a Astorga, tras cruzar toda la meseta desde Burgos. Y decidí, un poco por azar y otro poco por recomendación de la dependienta de una tienda de regalos, visitar el interior del impresionante Palacio Episcopal de Gaudí. Y he aquí que, a la hora de pagar la entrada, la amable empleada me indicó que yo tenía un descuento sobre el precio ordinario. Como no lo entendía, le pregunté: “¿Por qué razón?”. “Por peregrino”. Me disculpé, porque no llevaba en ese momento mi credencial (la había dejado en el albergue) y no tenía manera de acreditar documentalmente esa condición formal de peregrino. “No hace falta”, me contestó, “está claro que usted es un peregrino”.

A partir de ese momento, ya soy (y me siento), inequívocamente, peregrino. Un peregrino por la cara.

Un saludo a todos.

Berto_kairos
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Muy interesante tu aportación Manuel!! Recuerdo en un hostal de Lugo junto a otros peregrinos que uno de ellos, contándole cómo yo "caminaba" me dijo con todo el respeto: Tú no eres un peregrino!! Y nunca antes me había sentido tan orgulloso de que me dijeran que no era peregrino, porque en realidad tenían razón... soy un tipo de caminante que a veces peregrina y otras no, pero siempre a mi manera.

Gracias de nuevo por el aporte!! :)

Blenques
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Estoy de acuerdo, la palabra caminante expresa quizás mejor el espíritu del que hace el Camino andando sin ser creyente que la de senderista. Puede ser que el término senderista transmita una idea más deportiva del acto de andar que la de caminante. Pero son diferencias muy sutiles, en realidad un senderista es un caminante.

Yo me considero caminante en el Camino porque he coincidido con algún peregrino de verdad, de los que van movidos por su fe y el contraste entre su motivación, su actitud, sus formas y las mías eran tan grandes que me sentiría un impostor si me creyera peregrino por llevar sus mismos pasos.

Cromañón64
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Si me lo permitís y, siguiendo la linea de Manuel Moralo, yo añadiría el termino "caminista". He comprobado que no existe en el diccionario pero creo que, en mi caso, me va al pelo. Serviría para todos aquellos que no tienen un ápice de religiosidad, ni salen a hacer rutas todos los fines de semana y que ni siquiera se dan un paseíto por la playa. No, a mi no me gusta caminar. Yo me levanto del sofá SOLO para ir al Camino. Determinado el punto de partida, agarro la mochila y las botas y me enfrento al polvo y a las ampollas. Y es entonces cuando aparecen todas esas sensaciones que todos conoceis tan bien. Recordad, CAMINISTA. Adicto al Camino. (Copyright)

Papadopou
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Yo también me siento cómodo con esa categoria de caminante y no pretendo considerarme otra cosa.  En el Camino unos días voy arrastrando los pies y otros parece que ande un palmo por encima del suelo. Pero eso también me pasa en la vida diaria. No me siento tocado por la gracia ni especialmente iluminado por el mero hecho de dirigir mis pasos a Santiago, aunque tampoco me siento especialmente decepcionado por eso. El hecho de  recorrer caminando tantos kilómetros me aporta otras cosas, me permite recuperar cierto equilibrio. No creo que la sensación sea muy diferente a la del que completa (senderista, paseante, caminante, o como quiera denominarse) cualquier ruta de gran recorrido o al alpinista que alcanza una cumbre más o menos inaccesible. Sumergirse en la naturaleza, en los grandes espacios. Esos ámbitos pueden considerarse sagrados (a veces hablamos de santuarios naturales), te hacen sentir  muy muy pequeño y resultan trascendentes. La experiencia al llegar puede ser casi religiosa. Pues yo he decidido ir a Santiago. Sin embargo, ya lo dije antes, opino que una peregrinación es un fenómeno religioso, la devoción es importante. Si yo no soy peregrino, qué le vamos a hacer. Parece que a nadie le gusta que lo tengan por senderista, menos aún turigrino. De igual forma todos preferimos considerarnos viajeros a que nos vean como turistas. Al final solo va a ser una cuestión semántica. Tal vez la pregunta no tendría que ser peregrino o senderista, sino por qué nos gusta considerarnos (y que nos consideren) peregrinos y no senderistas.

Yomismo
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 TODOS somos peregrinos, al fin y al cabo la vida es un Camino que recorremos desde que nacemos hasta que nos visita la de la guadaña.

 

 

 Un abrazote y buen Camino

Blenques
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Papadopou, has explicado muy bien la esencia de lo que quería transmitir al abrir el hilo. Coincido plenamente contigo, la verdadera pregunta es ¿porqué nos gusta considerarnos peregrinos y no senderistas o caminantes?

¡Saludos!

jabeque
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Yo soy senderista , de hecho antes fui senderista que peregrino y si ahora se que soy peregrino.

En mis recorridos por la montaña disfrutó pero cuando voy al camino mis sentimientos son diferentes , al llegar a las localidades siento que voy a otra velocidad,.

Hay una herramienta en sicología que es usar las gafas de mariposa y yo desde el momento que le pongo la concha a la mochila y me la cuelgo cambio.

Eso es ser peregrino no tener prisa en llegar y sentirte bien contigo mismo y con los demás 

Joseppb
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Leo las aportaciones anteriores y los razonamientos sobre los diferentes significados y me alegro de pertenecer a este foro. Sólo querria aportar una idea: para mí, la diferencia entre peregrino y caminante no tiene que ver únicamente con la motivación religiosa y sí con la actitud que se tiene mientras caminamos, la apertura de mente y la solidaridad con el resto. Como digo es una actitid difícil de definir pero que tiene que ver con nuestra capacidad de escuchar, empatizar y compartir.  Se vive en el Camino con mayor intensidad que en nuestra vida diaria.

Buen Camino a todos.

Blenques
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La ventaja del Camino Francés es que posee una serie de cualidades casi únicas que lo hacen casi incomparable con cualquier otra ruta de largo recorrido. La experiencia saca lo mejor de nosotros mismos. Pero ¿como se puede entender un peregrinaje que se repite año tras año?. Igual en realidad no somos peregrinos, ni caminantes, sino buscadores.....

TRAINERA
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Hola, soy MANU, de DONOSTIA, estoy muy orgulloso de pertenecer a este grupo de foreros, pues siempre sale lo mejor, o al menos lo intentamos, de todos nosotros, donde cada uno de ustedes aporta su granito de arena para hacer más grande este intercambio de opiniones que nos enriquecen a todos. Daros las gracias por todo ello y un fuerte abrazo para todos. AGUR, MANU.

Papadopou
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Je Je. Manu, de Donostia, no quieres lanzarte a la piscina ?  devil

Papadopou
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Eso está bien, Blenques.  Algo buscamos, yo también lo creo. Espero que si, algún día lo encontramos no nos demos cuenta porque entonces, tal vez, ya no le encontremos sentido a ese eterno retorno al camino. Tal vez el único sentido sea estar siempre buscando algo, sin saber que es, y no alcanzarlo nunca. Sigamos, pues. 

EngelAbel
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Hubo en aquellos días del Foro Amarillo un post sobre Peregrino y Caminante, sobre qué características identificarian a uno y cuáles a otro y sobre que los distinguiría. ¿Lo recordáis? No era entre Peregrino y Senderista. Senderista y Caminante sólo beben de la misma fuente: poner un pie delante del otro,.... ¿andar, caminar? ni siquiera estaría seguro de si andar y caminar es lo mismo pero mucho me temo que no,...

A ver si encuentro algo más,... wink

Indi
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Hay otro concepto que inventó Adriano Gasperi: "peregrante". Lástima que no frecuente el foro para darnos su definición. 

A mí me dijo que era uno, así que...no sé porque me he metido en el saco de los peregrinos. Vaya lío!!laugh

Blenques
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Ya tenemos peregrinos, turigrinos, senderistas, caminantes, un compañero ha propuesto caminista, peregrante le llamaron a Indi...Con tanto nombre me surge una duda, ¿Cómo llamar a la persona que realiza la peregrinación a Santiago por devoción cristiana para visitar la tumba del apóstol Santiago?

Berto_kairos
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Jajajajaja Esa sí que es buena... En realidad él sería el auténtico peregrino. Incluso si saliese de Sarria, le llevasen la mochila y aprovechase para visitar a San Miguel!! XD

Bruno Leonés
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Me sorprende leer tantos y tan bien razonados comentarios y encontrar tan poca mención de un aspecto que considero fundamental en la peregrinación a que nos estamos refiriendo, la peregrinación a Santiago de Compostela, uno de los tres destinos cristianos por antonomasia junto a Roma y Jerusalén. Ese aspecto es el relacionado con la Historia. Un senderista es simplemente quien recorre senderos buscando hacer un esfuerzo, el contacto con la naturaleza, los paisajes y tal vez la cercanía de otros senderistas. Eso es lo esencial de la actividad. Un peregrino, y en especial un peregrino a Santiago, es un senderista que además de lo dicho anteriormente se integra en la corriente de millones de seres que han encaminado sus pasos a Santiago durante mil años. Sea o no creyente va a hacer, al menos en buena parte, lo que otros muchos han hecho antes, va a respirar la misma atmósfera, admirar las mismas maravillas, ver los mismos horizontes, sufrir parejas penalidades y convivir en un ámbito multinacional y multicultural más variado incluso que el de los primitivos peregrinos. Y en ese ambiente disfrutará bastante más que el simple senderista si se ciñe a las ideas principales de la vida en el Camino: arreglárselas con lo mínimo y compartir todo. Pereginar en nuestros días es repetir una historia de mil años. Nada menos.
Buen Camino.

SandraCamina
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Muy buenas tardes,

Después de bastantes lecturas en este foro, parece que pertenecer a un grupo u otro sea algo así como ser de primera o de segunda categoría y aquí va mi aporte.

Cuando hice mi primer Camino, fui a caminarlo y lo hice porque algo habló por mí cuando no me aceptaban mis explicaciones en una ocasión en la que quería finalizar en la empresa en la que trabajaba. Puede parecer increíble, pero había dado mil explicaciones y siempre me preguntaban por qué y no sentía que mi decisión era respetada, así como tampoco me firmaban mi carta de renuncia. Y en una de estas y fruto de la desesperación, me oí a mi misma decir que tenía intención de hacer el Camino y reflexionar. Y no se me volvió a cuestionar, me firmaron la carta de cese voluntario y me dijeron que podría volver si lo deseaba.

Así que llegado el momento, un par de días antes de empezar, pasé por la supertienda de los senderistas y me compré una mochila y unas botas. El resto del equipo lo sacaría de las cosas que una urbanita tenía por casa. Un saco de 3kg de camping y su esterilla a juego, toallas de rizo del baño, camisetas y ropa interior de algodón, pantalón de chándal con felpa y cosas del estilo. Traducción: 17kg de mochila, grandes ampollas y fuerte dolor de rodillas. Solución, enviar a casa un pantalón, una toalla y una chaqueta de invierno al llegar a Pamplona, 2kg menos, la esterilla la abandoné en un container. Al llegar a Estella casi repongo el peso al pasar por la farmacia y comprar un montón de vendas, cremas y calmantes, compeed y ampollas de glucosa para las agujetas. Debido al cuadro que representaba al caminar, daba en todos los puntos para ser peregrina: iba en romería por tierras extrañas a un lugar santo y parecía que estuviera cumpliendo una condena mientras caminaba. Dolor, sufrí un rato.

En aquella ocasión, CAMINÉ el Camino. Y digo caminaba, porque contaba los pasos. También pensaba en cuánta gente habría pasado por ese mismo lugar, pisando las mismas piedras, cuántos rezos, lamentos y plegarias habrían sido verbalizados en ese lugar en el que yo estaba caminando ahora. Cuanto más pensaba en ello, más ligera parecía mi carga. Este era un pensamiento recurrente y me acompañó hasta la catedral, hasta que pude apoyar mi mano en la columna del Pórtico de la Gloria, en la holladura dejada por todas las manos que, antes que la mía, se habían apoyado allí. Sentí como si todas aquellas personas que habían pisado las mismas piedras que yo, estuvieran allí conmigo. Es como un ligero escalofrío, un cosquilleo que todavía siento al recordarlo.

Hasta que no lo acabé y ya una vez pasado el tiempo, no supe lo que había aprendido en él. En ese primer Camino conocí la solidaridad y el compañerismo, a entenderse sin hablar, a dar sin esperar nada a cambio y al igual que aprendí a recibir sin dar, a agradecer.

Con el tiempo, me di cuenta de que no había caminado el Camino de Santiago, lo había HECHO.

Desde ese momento, he repetido Caminos, algunos han sido nuevos. He hecho unos y he caminado otros, también he hecho tramos de algún GR, así como salidas de uno o varios días y siempre con mi mochila a la espalda variando su carga según la salida. He sido extranjera en otro país y en el mío también al regresar. Y, en todas las experiencias, he revivido la magia del Camino de Santiago, aquella que viví en mi primer Camino y eso es porque el Camino me la mostró. Me mostró que esa magia la llevas dentro y puedes disponer de ella en cualquier parte.

Suelo caminar sola y encuentro la misma hospitalidad y ganas de compartir del Camino de Santiago por parte de gente desconocida, de los habitantes y otros senderistas o compañeros del momento en cualquier lugar tanto dentro como fuera del Camino. La gente de los pueblos me ofrece su casa para descansar o refrescarme, otro senderista ofrece compartir la comida o un rato de conversación aunque vayamos en direcciones opuestas y que un pastor, un guarda o un cazador, comparten su saber y sus provisiones. Lógicamente, esto sucede en menor medida que en un Camino Francés dado que la afluencia es mucho menor y, por lo tanto, también lo será la casuística, pero estos encuentros, existen.

Con todo esto quiero decir, que caminando en cualquier sitio, poniendo en práctica aquello que nos enseña el Camino de Santiago, aquello que lo hace tan especial, es lo mismo que te encuentras en cualquier sendero o lugar al cruzarte con cualquier persona.

Y como cuando hice ese primer Camino, fui a CAMINARLO y acabé HACIÉNDOLO; hoy no hago distinciones entre peregrino, senderista o caminante o como queramos llamarlo porque somos todo ello en algún momento.

Perdón por la parrafada y saludos a todos,

 

Buen Camino!!!

 

Berto_kairos
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Interesante lo de hacer el camino que no caminarlo!!  Recuerdo cuando hacía el camino (como tú señalas) que me imaginaba que en realidad lo estaba 'iluminando' como si solo hubiese Camino cuando el peregrino lo ilumina a su paso y no antes ni después.
Gracias como siempre Sandra por mostrar tu punto de vista tan lleno de claridad :)

SandraCamina
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Pues es algo así como tú dices, iluminarlo. Estar en el momento presente, en el punto en el que estás, no antes ni después, ni ayer ni mañana. Sentir, dar y recibir, hollar y ser hollado.

creo que hoy me ha dado fuerte! laughlaugh

jabeque
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Puede que lo que diga le resulte pedante a alguien pero leyendo los post es la conclusion a la que llego.

Si os fijais todos los que aqui habeis dado vuestra opinion llevais varios caminos a la espalda.

Yo siempre me considere un peregrino pero empiezo a pensar que ya no lo soy.

Todos vosotros ayudais con vuestros consejos a los nuevos, avisais de modificaciones en el camino , relatais vuestras ultimas vivencias, hablais de la magia de hacer el camino .

En definitiva haceis que el camino sea algo que se debe mantener y realizar . seguro que cuando estais en el camino intentais ayudar a los nuevos e incluso los guiais si veis que algo no hacen bien.

vosotros y me incluyo ya no sois peregrinos vosotros sois el camino , pues el propio camino os ha fagocitado . incluso esos compañeros que por cualquier cuestion ya no pueden volver al camino son el camino.

Slds

Se

SandraCamina
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Muy buenas jabeque y muy bueno el comentario!

Por mi parte quiero añadir que hace ya algún tiempo que aunque vea que algo no se está haciendo de la mejor manera, me muerdo la lengua y no intervengo. Si veo a alguien con la mochila mal ajustada, no le digo nada, no interfiero. Su camino es suyo y pienso que también hay que aprender a pedir ayuda, igual que hay que aprender a reconocer que uno no lo sabe todo y eso es algo que hoy en día, cuesta mucho. Si corren peligro, intervendré, eso seguro. Aviso al que se pierde, ayudo al que se cae y si camino al lado de alguien con muestras de sentir dolor o con la mochila mal ajustada, mostraré interés por su estado y le preguntaré si cree que hay algo que pueda mejorar. Trataré de hacer las preguntas adecuadas para que encuentre la respuesta que necesita.