El Camino del Norte desde Avilés, 2013
Ha sido mi primer camino y la experiencia no ha podido ser más positiva y gratificante. De hecho, creo que siempre que sea posible volveré al Camino de Santiago como parte de mis días de vacaciones.
El paisaje, mezcla entre la montaña-monte asturiana, o gallega, y el mar es impresionante. Ni con el transcurrir de los días se reduce el asombro ante los paisajes, o la aparición del mar cantábrico, frente a tus ojos.
Más que duro diría que es exigente, pero es un reto factible para casi todo el mundo.
Por un lado, la orografía supone un continuo sube y baja que, sobre todo en las bajadas, suponen un castigo extra para articulaciones y pies. Solo dos días los recuerdo prácticamente llanos. Por otro lado, no hay mucha posibilidad de modificar las etapas alargándolas, o recortándolas, manteniendo el alojamiento en albergues públicos o privados. Tampoco, en hostales u hoteles porque fuera de los núcleos principales de inicio y final de las etapas no hay muchas poblaciones ni oferta hotelera privada.
La señalización es perfecta y, salvo las salidas de ciudades o pueblos grandes que se complican, me ha parecido impecable.
Gran trabajo de hospitaleros, asociaciones de amigos del camino, etc.
En mi caso, hice los trescientos kilómetros alojándome en albergues públicos, donde sólo tengo buenas palabras para los hospitaleros y mi único pero es para el albergue de Avilés ya que para una ciudad importante, me parece que el mismo queda lejos de lo deseable, a pesar del trato amable del hospitalero, tanto por antigüedad de las instalaciones como por la ausencia de fundas, almohadas y mantas insuficientes, porque hay personas mayores que no se sienten cómodos con los sacos de dormir e incluso a veces el saco no es suficiente.
La principal recomendación sería ser cuidadoso respecto a la hora de solapar, ampliar o reducir etapas debido a la posibilidad de alojamiento en albergues y al continuo sube y baja que, a la hora de alargar la etapa, pasa factura.
En nuestro caso, para cuadrar los trescientos y pico kilómetros con los once días que teníamos libres, tuvimos que solapar varias etapas respecto a la propuesta que hace Gronze.com (aprovecho para resaltar su magnífico trabajo y la cantidad de problemas que se evitan siguiendo sus recomendaciones) y ello supuso irse a los 40-42kms en dichas etapas, lo cual nos supuso unas 10-11 horas (parando para almorzar, comer, descansar, etc).
Por otro lado, muy recomendable la posibilidad de salvar Arzúa, y acortar kilómetros desviándote en Boimorto hasta Santa Irene, ya que permite solapar dos etapas y reducir kilómetros, lo cual cerca del final de agradece mucho.
Buen camino a todos los peregrinos!