Etapa 5: Viseu - Almargem | Al Loro

Para información sobre la ciudad de Viseu (credencial, turismo, cultura, gastronomía, etc.), ver el apartado Al Loro de la etapa anterior (Tondela - Viseu).

Hoy no hay mucho donde elegir, y si no os gusta el albergue de Almargen la única solución es avanzar más, acaso hasta Vila Meã, Mões o Vila Boa.

La jornada se caracteriza por la multitud de cruces, que se suceden tanto en los núcleos como en el monte, aunque se puede decir que están bien señalizados.

En bici se puede bajar con cuidado por la calzada romana, mejor a pie para no dañarla. Quien pase de los vestigios del ayer que tome la N2 de Pousa María al Vouga, desde luego mucho más rápida.

Algunas capillas, con su atrio a la sombra y fuente, se van jalonando para ofrecernos espacios para el descanso: la de la Senhora das Dores de Campo, a 2 horas de Viseu, y la de Santo António da Serra, 45 min después, son las mejores.

Al partir de la ciudad de Viseu, sin darnos cuenta estamos atravesando la conocida como Cava de Viriato, un enorme recinto de forma octogonal, de 38 hectáreas, defendido por taludes y un foso. Su origen es incierto, y la atribución al campamento de Viriato tardía, creyendo los estudiosos que se trata de un campamento romano destinado a defender la importante encrucijada viaria, acaso el del cónsul Decimo Junio Bruto, que siguió al norte para conquistar la Gallaecia.

La calzada de Pousa María, que se corresponde con la vía romana de Viseu a Bracara y Astvrica, en todo caso reutilizada en el Medievo, es una de las más antiguas del país, y conserva un tramo de 300 m bien conservado, y otro de 700 en un estado regular. Al pisarla, procurando no dañarla con nuestros bastones, establecemos un vínculo con la historia de la peregrinación.