La soberbia pared del Aizkorri, el macizo más alto del País Vasco, se interpone en nuestro camino hacia la tumba del Apóstol. Pero estamos de suerte: durante millones de años el agua fue erosionando y horadando la roca calcárea, hasta abrir un pasadizo natural entre ambas vertientes que hoy conocemos como túnel de San Adrián o de Lizarrate. Y por este prodigioso boquete, al igual que infinidad de personas a lo largo de la historia, cruzaremos de forma casi mágica la sierra de Aizkorri.
Etapa 5: Zegama - Salvatierra/Agurain | Al Loro
El punto más elevado de la etapa, a 1.143 metros de altitud, no es el túnel de San Adrián, sino el collado de Portugaina o de La Horca, un kilómetro más adelante, después de un tramo fantástico por una calzada medieval a través del hayedo. Dicho collado marca el linde provincial entre Guipúzcoa y Álava. | |
Durante la jornada se suceden tres paisajes bien diferentes: prados de montaña, con bosques de robles y pinos-abetos; un hayedo muy tupido en las laderas sombrías de la sierra, y finalmente una planicie cerealista conocida como Llanada Alavesa, con suaves ondulaciones. | |
Aquellos que estén en muy buena forma pueden plantearse alargar la caminata hasta la localidad de Alegría, que cuenta con albergue de peregrinos: serían 34,8 km, muy duros al principio y fáciles al final. Por el contrario, aquellos que prefieran una etapa más breve pueden pernoctar en el albergue de Zalduondo. | |
La única localidad intermedia durante la jornada es Zalduondo, pueblo que cuenta con un bar (suele abrir cada día a las 12:00, con bocadillos y alguna tapa). La villa de Araia, separada 2,2 km del camino, dispone de todos los servicios. | |
El paso natural del túnel de San Adrián ha sido utilizado desde la antigüedad por ejércitos, comerciantes, pastores y, a partir del siglo IX, por peregrinos europeos en su periplo hacia Compostela. Gracias a diferentes excavaciones arqueológicas se han identificado en su entorno restos de una fortaleza, monedas medievales, una posada con caballerizas, una fragua, varios aljibes, un puesto de miqueletes (recaudadores de impuestos del siglo XIX), trozos de cerámica de la Edad del Bronce (hacia el 3500 a.C.), e incluso instrumentos de sílex del Paleolítico Superior, hace unos 15.000 años. | |
Aunque popularmente se la conozca como calzada romana, el tramo que pisaremos después del túnel corresponde a una calzada medieval empedrada; fue construida sobre un camino tradicional, utilizado desde la antigüedad para la trashumancia del ganado. Esta ruta se convertiría entre los siglos XVI y XVIII en la principal vía de comunicación entre Guipúzcoa y el reino de Castilla. | |
Desde el collado de Portugaina hasta el desvío a Araia veremos algunas flechas de color naranja que corresponden al Camino Ignaciano; promovido por la Compañía de Jesús (los jesuitas), recrea el camino que Ignacio de Loyola recorrió en 1522 desde Loiola hasta la ciudad de Manresa. | |
Disponemos de un albergue municipal de peregrinos en una ermita rehabilitada junto al cementerio; dispone de una pequeña cocina. | |
A la salida de Zalduondo vale la pena tomar la nueva ruta señalizada que pasa junto al pueblo de Mezkia de camino a Salvatierra; discurre por caminos rurales y evita la carretera, estrecha y peligrosa. Es 700 metros más larga. | |
Al albergue de peregrinos se accede mediante un código, para lo cual hay que registrarse previamente y abonar la estancia a través de la web del ayuntamiento (www.agurain.eus). | |
La villa fue fundada en el año 1256 por Alfonso X el Sabio, rey de Castilla, sobre el antiguo núcleo de Agurain o Hagurahin; la muralla, de forma alargada, disponía de siete puertas de acceso —hoy derribadas— dentro de la cual se trazaron tres calles longitudinales (Zapatari, Mayor y Carnicerías) y una transversal (Lope de Larrea). En el casco histórico destacan las plazas porticadas, varias casas solariegas y sus dos iglesias, Santa María y San Juan, una en cada extremo. | |
En la Oficina de Turismo es posible concertar visitas guiadas de las iglesias de los cercanos pueblos de Gazeo y Alaiza, que albergan pinturas murales en su interior. Salvo en los horarios de visitas (por lo general sábados y domingos, ampliables en julio y agosto), los templos suelen estar cerrados. |