Etapa 10B: Pancorbo - Briviesca | Al Loro

Distancia: 
23,3 km
Duración: 
5 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Etapa plácida y solitaria que discurre por la comarca de la Bureba, para finalizar en su capital, Briviesca. Atravesamos zonas rurales escasamente pobladas, entre campos de cultivo de secano, en su mayoría cereal, girasol o colza.

El perfil de la jornada presenta una sucesión de lomas y pequeños collados, sin ninguna cuesta significativa.

Lo más probable es que durante el recorrido no encontremos ningún bar abierto, ni tampoco tiendas donde abastecernos. Tanto Zuñeda como Grisaleña disponen de bar social, pero suelen abrir sobre las 13:00, y no todos los días. Cameno no tiene servicios. Briviesca es una localidad importante, con todo tipo de servicios.

Nuestra ruta da un rodeo para visitar este pueblo; los que tengan prisa pueden continuar de frente por la pista asfaltada, ahorrándose con ello 500 metros.

La villa fue fundada en el siglo XII por el rey Alfonso VII a orillas del río Oca, sobre el antiguo poblado autrigón de Virovesga, que aparece citado por los cronistas romanos; sin embargo la configuración actual del casco histórico, que sigue un trazado ortogonal, es fruto de una reforma urbanística durante los siglos XIV-XV. En 1894 la reina regente María Cristina otorgó a Briviesca el título de ciudad.

Entre sus monumentos destaca la iglesia del convento de Santa Clara (siglo XVI), con su bóveda estrellada y un impresionante retablo mayor en madera de nogal de 24 metros de altura, donde trabajaron sucesivamente los escultores Diego Guillén, Pedro López de Gámiz y Juan de Ancheta; por fortuna no se llegó a aplicar policromía sobre las figuras, lo cual realza todavía más el conjunto (visitas en horas convenidas, previa reserva en la Oficina de Turismo).

El dulce típico de Briviesca son las almendras garrapiñadas, recubiertas de caramelo. Otro postre habitual es la cuajada, hecha aquí a base de leche de oveja, mientras que los más golosos disfrutarán con las yemas de Santa Casilda.