De Saint Jean Pied de Port a Santiago, 2012
Fue una experiencia muy enriquecedora en lo personal y en lo espiritual. Tienes la posibilidad de encontrarte con personas de diferentes nacionalidades, pero lo más valioso a mi punto de vista es el encontrarse con uno mismo, en un periodo donde se aprende qué es de verdad lo indispensable, qué cosas no se pueden dejar y cuáles solo estorban. Además no se puede separar la riqueza espiritual del camino, no olvidemos que se camina en peregrinación hacia la tumba de un apóstol de Cristo, dejar eso de lado es quitarle parte de su contenido original, de su riqueza. El camino es el lugar ideal para encontrarse con otros, para enriquecer la propia experiencia de vida, pero sobretodo es un espacio para encontrarse con Dios.
La parte más difícil creo que fue la de Foncebadón, pero en todo lo demás no tuve ningún problema, salvo por las ampollas que dificultaban un poco, pero con determinación y algunos mínimos cuidados no pasa nada.
En general hay muy buena señalización, solo me perdí a la salida de Molinaseca, pero fue más por mi culpa que por la falta de señales.
Encontré suficientes albergues, unos con más sentido de la peregrinación y otros que eran solo una bodegota con camas. Los que más me marcaron fueron aquellos donde se fomentaba la convivencia entre los peregrinos con las cenas comunes. Recomiendo buscar siempre los que sean de donativo, en esos los hospitaleros generalmente son voluntarios que lo hacen porque les gusta hacerlo, no por negocio, y la diferencia se hace evidente.
Se llevan mención honorífica los albergues de:
Malta en Cizur Menor
Villamenor de Monjardin,
Grañón
Cardeñuela Rio Pico (atendido por unos dominicanos que son la monda)
Bercianos del Real Camino
Mansilla de las Mulas
San Xavier en Astorga
Rabanal del Camino
Molinaseca
Ferreiros el de la Xunta
Y si yo volviera evitaría a toda costa:
San Martín del Camino
Villafranca del Bierzo
O'Cebreiro
Recomiendo ir con la mente abierta y dispuesto a descubrir muchas cosas nuevas y, sobretodo, hacer un espacio para buscar conectar con Dios. No te arrepentirás.