Preparémonos para un largo itinerario urbano, ya que el duomo se encuentra en un extremo del extenso conjunto monumental.
Desde la cabecera de la catedral y la torre nos introducimos en el casco histórico por la peatonal y siempre concurrida Via Santa María. Se encuentra repleta de cafés, restaurantes, terrazas y tiendas, y en ella se suceden la iglesia de San Giorgio dei Tedeschi, el Collegio Ferdinando y varios palacios.
Llegados a la ajardinada Piazza Cavallotti (fuente), giramos a la izquierda por Via dei Mille (iglesia de Santa Eufrasia), que se prolonga en Via Corsica (iglesia de San Sisto, hay un Carrefour Express) hasta la espectacular Piazza dei Cavalieri. Accedemos a ella junto al Palacio dell’Orologio y frente a la Scuola Normale (Palacio Carovana) y el templo de Santo Stefano dei Cavalieri, en alusión a los de la orden militar creada por Cosimo I para librar el Mediterráneo de sarracenos.
Junto a la fachada de Santo Stefano seguimos ahora, ante la escultura del matemático que le da nombre, la Via Ulisse Dini. Pasamos ante el palacio del Podestà y, donde concluye la calle, giramos a mano derecha por Via Borgo Stretto.
Saludamos a Galileo Galilei (estatua) y circulamos ante la iglesia de San Michele in Borgo, cuya fachada gótica de arquerías (ss. XIII-XIV) reproduce el modelo del duomo.
La ruta desemboca por fin en el Arno a través de Piazza Garibaldi (escultura), cruzando el río por el ponte di Mezzo (1950), tendido tras haber sido bombardeada la ciudad en la Segunda Guerra Mundial.
En la otra orilla nos reciben la Piazza XX Settembre, con el palacio Gambacorti y la Logia dei Banchi. Por su lateral derecho continuamos por Via degli Uffizi, girando a la derecha por Via Pietro Toselli, que entre el Palacio Blu y la iglesia románica de Santa Cristina nos conduce de nuevo al Lungarno Gambacorti.
La descripción se simplifica, pues desde aquí no hay más que seguir un buen tramo el margen sur del río, disfrutando las fachadas de casas y palacios de ambas orillas y admirando la delicada iglesia gótica de Santa Maria della Spina.
Al final del Lungarno Sidney Sonnino tienen asiento el monasterio benedictino y la iglesia románica de San Paolo a Ripa d’Arno, por cuyo parque llegamos al Bastione Stampace. Traspasaremos un arco (Porta della Madonna dei Navicellai) para alcanzar el antiguo canal dei Navicelli, ahora seco, que alimentado por el Arno comunicaba la ciudad con el mar y permitía el tráfico de pequeñas embarcaciones.
Dejamos el Arno girando por la Via Porta Mare al borde de la muralla del bastión. Justo después de una rotonda, es preciso tomar a la derecha la ciclovía del Trammino, creada sobre la antigua plataforma por la que circulaba un pequeño tranvía hasta las playas. Permanecen los antiguos postes oxidados que sostenían la catenaria.
Continuamos por esta ruta ciclo-peatonal, pasando bajo la vía férrea, un largo trecho. A la derecha vemos la iglesia moderna de San Giovanni al Gatano, que tras ser bombardeada en 1943 fue reedificada en un estilo contemporáneo, pero reinterpretando las fachadas medievales pisanas.
Tras el paso subterráneo bajo la SS1 encontramos dos supermercados, y poco después cruzamos por un puente el nuevo canal dei Navicelli.
2,7 Nuevo canal dei Navicelli. Junto a él vamos a continuar por la rectilínea Via de Viaccia, que se prolonga por una zona industrial y de astilleros, la mayoría especializados en la construcción o reparación de yates. Antes de pasar bajo la A12 (Firenze-Livorno), el firme se torna terroso, y comprobamos que las mareas ya ascienden por el canal.
Superadas la dársena Pisana y el Ikea (en la orilla opuesta), dejamos el canal para, por Via Isola Pantellaria, dirigirnos entre maizales a La Vettola, donde convergemos con la Via Livornese.
3,0 La Vettola.