El Camino de Santiago desde Saint Jean Pied de Port a Finisterre, 2011
Muy positiva, experiencia inolvidable, donde desconectas de todo y conoces mucha gente, y que en verano de 2013 volveré a repetir. Lo peor la cantidad de peregrinos (turigrinos más bien), que hay en las etapas de Galicia, y las prisas y madrugones de algunos por coger sitio en los albergues, junto con el negocio en que se ha convertido gran parte del Camino.
Sólo en algunas etapas. En mi caso se me hicieron más que duras, agotadoras, las etapas de la zona de Tierra de Campos, por Palencia y Burgos, al ser etapas muy largas y con mucho calor, que provocaba no sólo agotamiento físico, si no destrozo de todo tipo en los pies.
Buena señalización, aunque me perdí tres veces, aunque creo que las tres por culpa mía, al ir hablando con otros peregrinos o despistarme. Una la salida de Villatuerta donde tomé el camino directo a Logroño cuando quería ir a Estella, otra llegando a Terradillos donde hicimos un recto sin fijarnos bien, y otra a la salida de Logroño que no había manera de salir de allí.
Lo peor, el que en muchos pueblos y zonas se hayan tachado las señales del camino original, para hacerlas pasar por diferentes negocios de la zona.
Había de todo, desde algunos básicos a más no poder (públicos de Zubiri, Hontanas, Boadilla del Camino, Triacastela...), y otros casi hoteles de 5 estrellas (Pamplona, Santo Domingo de la Calzada, Burgos...).
Lo peor la masificación en algunos de ellos, con personas en colchones por los suelos como en el privado de Boadilla del Camino, y las malas formas de algunos hospitaleros (voluntarios ojo), como los de Nájera o Arzúa.
Ojo con la llegada a Saint Jean, porque si se llega pasadas las 15h +/-, es difícil encontrar hueco en los albergues en verano, y sólo te queda la opción de habitaciones en casas particulares a precios desorbitados, todo ello bajo el auspicio de la Oficina de Peregrinos del pueblo, y en negro claro.
Primero, entrenar (cosa que muchos ignoran, y creen que es como salir una hora de paseo por su barrio todos los días).
Segundo, olvidar cosas innecesarias en la mochila (sacos grandes, vaqueros, abrigos en verano...).
Estos dos consejos recuerdo se los dí a un amigo que se unió a mi en León, el cual hizo caso omiso, y dos días después estaba visitando un fisio, mandando un paquete de 10 kg a su casa de cosas innecesarias de la mochila, comprando un saco nuevo pequeño, y teniendo que llegar a Santiago todos los días lesionado, madrugando el primero y llegando el último a pesar de enviar varios días la mochila en taxi.
Tercero, si es posible ir sólo. Si no, hacer el camino a tu ritmo y esperar a tu compañía en algún lugar en donde encontraros. Yo sufrí más los días que iba despacio, con una chica que conocí el primer día, que cuando iba a mi ritmo normal.
Cuarto, calcular bien el tema de la comida que se compra y se lleva, ya que hay algunos pueblos donde no hay tiendas, y albergues sin cocina.
Quinto, aunque la mayoría son peregrinos de fiar, ten siempre cuidado con tus pertenencias, porque el tema de los robos está a la orden del día.
Sexto, disfruta del camino, olvídate de problemas y desconecta con tu vida diaria lo máximo posible.
Séptimo y último, haz todas las fotos posibles, y si puedes escribe un diario o algo para que puedas acordarte de todas esas anécdotas del camino, porque si no lo haces cuando vuelvas te arrepentirás.