Desde la Place de la République, la calle homónima nos lleva hasta el puente de Trinquetaille, por el que cruzamos el Ródano. El GR ha sido marcado bajando al Quai de Trinquetaille, y torciendo por la segunda calle a la dcha. (André Benoît), pero se va más rápido si continuamos al frente, donde además hay panaderías y una frutería.
Dejando partir la D35 a la derecha, continuamos al frente por la Av. de la Camargue, que pasa bajo el viejo puente del ferrocarril y la N113, y desemboca en una rotonda con la estatua ecuestre de Maurice Étienne.
De frente tomamos la estrecha VC107 y, tras superar dos industrias agroalimentarias, nos adentramos en la ruralidad de la Camarga con dos inconvenientes: asfalto a go-go y ausencia de sombra.
Variante del Petit Rhône: Es tres kilómetros más larga que la ruta histórica, y está balizada con flechas y conchas amarillas. Principia tras cruzar el puente de Trinquetaille, donde se toma a la derecha el Quai Saint-Pierre, bordeando el Ródano junto a lo que queda (dos pilares con esculturas de las que recibe el nombre) del puente ferroviario de los Leones, destruido en 1944, y el cementerio.
Donde concluye el paseo fluvial principia una pista de tierra que se aparta del Gran Ródano para alcanzar, a la altura del puente de tirantes que cruza a Fourques, el Pequeño Ródano. A partir de aquí, circulando junto a una piscina municipal cubierta y bajo el puente de la D113, ya no hay pérdida: basta con seguir 17 km el dique meridional de este brazo del río, sobre el que avanza la ruta arbolada primero junto a una zona residencial y luego por sobre campos de cultivo. Una serie de barreras impiden el paso de vehículos, quedando la vía reservada a peatones y ciclistas, que suelen hacer acto de presencia en el recorrido. A mitad de camino se pasa bajo un viaducto de la A54.
Ya hacia el final, el camino cruza una antigua vía férrea convertida en ciclovía, pero pese a estar también señalizada con marcas jacobeas, es preciso continuar por el dique hasta converger con el camino principal.