La etapa de hoy la podemos alargar hasta Hontanas (son 30,8 km), que cuenta con varios albergues, o hasta San Bol (son 26,0 km), con un humilde y solitario albergue en medio de la inmensidad (ver etapa siguiente).
Etapa 13: Burgos - Hornillos del Camino | Al Loro
Pocos lugares con sombra hay por estos lares; en verano el sol cae sin piedad sobre los peregrinos. Entonces, la palabra "Hornillos" cobra todo su sentido. Por el contrario, en invierno, en la meseta castellana, y aún más en la provincia de Burgos, el frío es tremendo. | |
Todos los pueblos de la etapa de hoy cuentan con servicios de restauración; en los tramos intermedios debemos llevar agua suficiente. | |
La salida de Burgos es cómoda y relativamente rápida; luego, por largas pistas de tierra y piedra suelta, nos adentramos en las extensas tierras cerealistas de Castilla. Es el inicio de la Meseta, una pequeña muestra de lo que nos espera los próximos días. | |
Tras bordear la localidad de Villabilla de Burgos los peregrinos del presente hemos de superar, además de las vías del AVE, un enrevesado nudo viario de dos autovías con la N-120, ¡un montón de viaductos! | |
En el ámbito cultural destacamos los pueblos de Rabé de las Calzadas y Hornillos del Camino; sus recias casas de piedra conservan el carácter tradicional de la arquitectura de la zona. Son pueblos silenciosos, casi desérticos si no fuera por los peregrinos. | |
Las hijas de la Caridad, del convento de la Milagrosa, hacen la oración de peregrinos a las 20:00; se nos entrega la medalla milagrosa. | |
Aquí arranca la conocida como Vía Aquitania, una calzada romana que se dirige al norte por Sasamón hasta Carrión de los Condes. No la tomemos por confusión. | |
Ante la iglesia contemplamos una fuente rematada por un gallo. El animal hace alusión a un relato ambientado durante el paso de «la francesada», pues los soldados napoleónicos robaron todos los gallos y gallinas y los escondieron en sus tambores. Un gallo, que se mantenía vivo, los delató. | |
La acogida tradicional jacobea —ahora en proceso de ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial—, tuvo un importante episodio en el pueblo cuando la catalana Lourdes Lluch, en 1990, alquiló en el pueblo una casa para hospedar peregrinos. Con esta acción nació el moderno movimiento de los hospitaleros voluntarios, a los que tanto debemos. | |
Las sopas y guisos tradicionales son ideales si peregrinamos en invierno; todos los servicios de restauración los presentan en sus cartas. Sobresale la olla podrida, con alubias rojas y morcilla, chorizo y panceta. Estos ingredientes son los que le confieren el nombre, que viene de poderida, pues sólo los más adinerados podían hacerse con todos los ingredientes. |