Etapa 14: Hornillos del Camino - Castrojeriz | Al Loro

Distancia: 
19,9 km
Duración: 
4 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Etapa solitaria, lejos del mundanal ruido: en su primera mitad, hasta Hontanas, cruzamos dos pequeñas mesetas, siguiendo la misma pauta del tramo anterior; en su segunda mitad, llaneamos resiguiendo el valle de San Antón y llegamos a Castrojeriz caminando junto a la carretera local.

Hoy caminamos muy expuestos al sol, especialmente en la primera mitad de la etapa; en verano debemos llevar agua suficiente y evitar las horas de máximo calor.

A 250 metros del camino encontramos un pequeño, solitario y modesto albergue para peregrinos.

Pequeña y tranquila localidad, en la que destaca la omnipresente iglesia de la Concepción, de volumen desproporcionado respecto al pueblo, y la calle Real que sigue la traza jacobea.

Para los ciclistas no se aconseja seguir el tramo de tierra entre Hontanas y San Antón, sino la carretera.

Las ruinas del Convento y del Hospital de Peregrinos son visitables del 15 de mayo al 30 de octubre, de 7:00 a 21:00. Se sigue ofreciendo una humilde acogida a los peregrinos.

El convento (siglo XV) pertenecía a la orden de San Antón (la «tau» griega identificaba a sus monjes), famosa en la Edad Media por las milagrosas curaciones del «fuego de San Antón» (ergotismo), una enfermedad gangrenosa y del sistema nervioso provocada por la ingesta del cornezuelo, hongo que afectaba al centeno.

Localidad de origen romano, asentada en la ladera de una colina, y de estructura urbana alargada en torno a la calle principal, de 1,2 km de longitud. Sus principales monumentos son la excolegiata de la Virgen del Manzano (s. XIII), en la que sobresale su rosetón, y el templo de San Juan con sus elegantes bóvedas del siglo XVI y claustro mudéjar.

En la cima de la colina en la que se asienta la localidad vemos las ruinas del Castillo de Castrojeriz, en las que se conservan partes de su origen romano.

Destaca la sopa de ajo, por la que se celebra una feria anual; se trata de un sencillo y tradicional plato de caldo, pan, pimentón, huevos y, por supuesto, ajos, emblemático de la más humilde cocina castellana y muy presente en los menús del Camino en este trayecto.

El restaurante Mesón de Castrojeriz presenta, en su extensa carta, todos los platos y productos típicos de la provincia de Burgos.