Etapa 1M: Muros - O Cruceiro de Roo | Recorrido

Distancia: 
22,4 km
Duración: 
6 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
4

0,0

1,7 km

En recuerdo de las peregrinaciones por mar nos dirigimos al puerto. Desde él tomamos como referente la torre barroca de la iglesia para encaminarnos a ella por la plazuela da Porta da Vila y la Rúa do Descanso. Todo el itinerario urbano está señalizado en el suelo con vieiras de metal dorado.

La iglesia de San Pedro, que fue colegiata, constituye un lugar de obligada visita para un peregrino, que aquí puede conseguir la credencial. Desde su atrio, por la rúas das Laxes (escalera) e Infantes, desembocamos en O Curro da Praza, espacio peatonal presidido por el Ayuntamiento.

En vez de seguir por el borde marítimo, que también sería posible, lo hacemos por la sinuosa Rúa Real, que concluye en la Praza de Galicia (mercado). Aquí, todavía por el casco antiguo, tomamos la Rúa de Axesta hasta la Av. de Bos Aires, luego da Porteliña (AC-550). Poco después nos desviamos hasta el santuario de la Virxe do Camiño, donde estuvo el lazareto.

1,7

0,6 km

Por el pasadizo entre la iglesia y el edificio adosado a su fachada avanzamos hasta la Fonte de Arriba, girando a la izquierda para descender, junto a la Fonte de Abaixo (agua potable), por el arrabal de Espiñaredo, que se funde con el de Portugalete. Cruzando el regato de San Xoán junto a un café, llegamos a la encrucijada de A Acea (parroquia de Serres).

2,3

0,8 km

Por la acera de la AC-550, si bien es posible hacer un desvío al Pozo do Cachón y enlazar con el Camino poco después, nos desviamos antes de cruzar el arroyo Valdexería a la izquierda. Recorremos la aldea de Valdexería, con buenas casas de piedra y hórreos (será la tónica en los núcleos de la ría), remontando el cauce para cruzarlo 250 m después. Continuamos por el Camiño Real (fuente), a la vera de un colegio y un instituto, ahora por la aldea itineraria de Baño.

3,1

0,5 km

Regresamos a la AC-550, pero vamos en paralelo a ella por el núcleo de Boa Vista; divisamos un polígono de bateas, de los tres que existen en la ría, y Muros en su ensenada.

3,6

4,6 km

En un momento dado toca cruzar la AC-550 para, poco después, bajar por el camino de la playa de Laxeiras, pero desviándonos de él a la izquierda entre huertas. De este modo llegamos al acceso a la fábrica de salazón de Cabaneiro, sólido edificio que bordeamos hasta encontrar el camino que, entre eucaliptos, acacias y pinos, pasa junto al islote de San Antón, que solo lo es en marea alta y contó con una capilla y una batería defensiva.

El agradable camino costero concluye ante el taller de Autos Campio, donde aprovechamos la traza de la antigua carretera comarcal, que pasa entre las casas dispersas de O Salto. A la vista queda la isla da Creba.

Regresamos a la AC-550, que cruzamos con prudencia para ascender por la Calzada do Salto, camino enlosado que algunos consideran medieval. Entramos en un monte de eucaliptos, balizado con vieiras naturales, en el que resisten algunas masas de robles. Pronto bajamos de nuevo hacia la general, que no llegamos a tocar para continuar por el bosque, aunque al final pisamos una curva de su antiguo trazado.

La segunda cuesta del día se realiza a través de una senda que, por un bosquete mixto, nos deja ante la iglesia de Santo Estevo de Abelleira (fuente), un mirador sobre la ría que nos invita a reposar.

Al lado de un cruceiro nos disponemos a recorrer una vaguada en la que tienen asiento varias aldeas de la parroquia de Abelleira. Junto a la fuente de Priegue cruzamos el arroyo da Covela o Riachea para subir al lugar de Abaixo con sus hórreos, al que sucede con sus huertas el núcleo de O Pazo. Aquí, en una encrucijada se sitúa Casa Carleiras, un bar-tienda que acabará convirtiéndose en un referente del Camino.

8,2

1,1 km

Proseguimos al frente por Roxiñas y bajamos a la aldea de O Cruceiro, que valida su topónimo con uno. El camino real se estrecha en Abelleira de Arriba, transformándose en una senda que supera el río Rateira por una encantadora pontella pétrea.

Volvemos a la AC-550, será algo recurrente, cruzándola en A Pontenova (estanco-bar) para seguir por una senda hasta el compacto caserío de Bornalle, que destaca por su gran cantidad de hórreos.

9,3

2,0 km

La ruta se prolonga por una pista local hasta la playa de Mondelo, en la que desemboca el regato del mismo nombre. Es una de las mejores oportunidades para descansar en la arena y, si se tercia, darnos un baño. En verano funciona aquí un chiringuito.

Luego no hay más remedio que cruzar otra vez la AC-550 para recuperar el camino real, entre muretes de piedra seca y con calzada en la que se aprecian las marcas de rodada de los carros. El trayecto, muy agradable y a la sombra de eucaliptos, pinos y robles, nos conduce a Tal, otro belvedere sobre la ría. Una pista nos aproxima hasta la iglesia neoclásica de Santiago, precedida de dos cruceiros y con fuente decorada con una figura del apóstol, copia de la del Pórtico de la Gloria.

11,3

2,4 km

Bajamos hasta el área de descanso del Río do Cura para, por una empinada rampa, ascender junto a la casa de Rego Salgueiro, localizando en la orilla opuesta de la ría la población de Portosín.

Entramos en la parroquia de Esteiro por las casas dispersas de Tras da Costa, descendiendo de nuevo junto a la iglesia vieja de Santa Mariña con el cementerio. Llegamos así a la aldea de Solleiros, con buenos edificios tradicionales y un cruceiro antiguo.

Atajamos por un rueiro que, entre casas y hórreos, baja a mano derecha hasta una fuente vieja encajada en el terreno. Desde ella se toma la EP-5301, que con una traza rectilínea pasa ante el moderno y voluminoso templo nuevo de Santa Mariña, con torre de hormigón coronada por un Sagrado Corazón.

13,7

1,2 km

El Camino, aunque cada uno es libre de desviarse, casi no nos deja respirar en Esteiro, ni disfrutar de esta nueva ensenada de la ría con sus playas; cruzado el río Maior ya se aparta a la izquierda por el paseo fluvial que avanza junto al polideportivo y el campo de fútbol. Tras este atajamos para tomar una pista arbolada que vuelve a coincidir con el camino real, desde la que contemplamos la cara sur de la ría limitada por la Serra do Barbanza y el Monte Enxa. Así llegamos a O Maio (Esteiro).

14,9

4,1 km

Cruzamos la carretera DP-5305 e iniciamos el enésimo ascenso a un monte forestado, donde superamos el arroyo de Cernadas entre acacias y laureles. La cuesta concluye en el Outeiro dos Foles, donde tomamos a la derecha la EP-6204, solo 25 m, para proseguir la traza del camino real por el monte Tremuzo.

Denso de arbolado, también autóctono, este lugar acoge los petroglifos de Fontemoureira, que están señalizados y se pueden visitar en un corto desvío. Encajado en el terreno, el itinerario desciende zigzagueando entre muretes pétreos hasta desembocar en la EP-6204. Esta carretera, sin apenas tráfico, ofrece una vista de pájaro sobre el puerto y los astilleros de O Freixo.

Llegamos así a una nueva iglesia, la de San Xoán de Sabardes, con sus cruceiros y un interesante cementerio. Desde aquí es posible bajar hasta O Freixo, pero son 500 m de ida y otros tantos de vuelta. Pensadlo.

Tras la iglesia principia otro pintoresco tramo por las aldeas de su parroquia, en primer lugar la de Braño, donde los hórreos mixtos, de piedra y madera, ya han sustituido a los que eran solo de piedra. A lo lejos divisamos fugazmente Noia, con el puente de tirantes que cruza la ría.

19,0

1,5 km

Un desvío que puede pasar desapercibido nos conduce, a mano izquierda, bajo el techado de una fuente. Sin solución de continuidad atravesamos las aldeas de Figueiroa y Siavo. En la segunda pasamos a la vera de un cruceiro roto, y luego, atención, a la derecha nos desviamos por una estrecha senda que entre casas desciende a prados y arboledas, por los que nos deja en el núcleo de Anseres.

Por su calle única, ante una casa blasonada (una sirena sostiene las armas) y una fuente antigua, bajamos por un paso estrecho empedrado. Unos canales deteriorados llenan de agua la zona, donde un molino en ruinas nos guía hacia la pasarela de madera por la que cruzamos el regato Pipe. Otro bosquete y más prados se interponen entre Anseres y Catasueiro, aldea que se emplaza junto a la AC-550 (fuente con buena agua).

20,5

1,1 km

Ya cerca del fin de etapa, cruzamos una vez más la AC-550, en un punto con mala visibilidad (prudencia), para descender entre las casas de la aldea. Lamentablemente, el camino real ha quedado cortado por la AC-544 (puentes sobre brazos de la ría), forzándonos a dar un cartesiano rodeo para, pasando bajo el vial, recuperar el sentido de la marcha por la aldea de Bendimón.

21,6

0,8 km

Cruzando el río de Bendimón por la pontella del camino real (área de descanso), ya solo resta subir, entre las casas de Aspera, hasta Cruceiro de Roo, que para ser una población modesta, que ronda los 100 habitantes, posee casas de hasta cinco plantas (¡demencial!). En el cruceiro que le da nombre fijamos el final de la etapa.

22,4