Dejamos el pueblo por la calle-carretera (D987), que pronto abandonamos para tomar a mano derecha un camino de tierra que atraviesa un mágico hayedo, descendiendo luego entre prados hasta el puente de Pascalet.
3,0 Pont de Pascalet. Una portilla nos indica que entramos en una propiedad privada en la que puede haber ganado suelto, al que no tenemos que molestar. Los regatos bajan del monte e inundan el camino, obligándonos a buscar piedras para saltar de una a otra sin mojarnos.
Tras recorrer un bello tramo por estos prados de altura, marcado con estacas dispuestas para los días de nieve, alcanzamos el punto más alto (1.370 m), provisto de una caseta de madera-refugio. El descenso es rápido hasta la última cancela, con un monumento a la Virgen en el acceso al Royal Aubrac.
5,3 Royal Aubrac. El GR baja a una vaguada decorada con una moderna escultura, pero con problemas de encharcamiento si llueve, y junto a un modesto jardín botánico se aproxima a lo que queda de la dômerie, austeros edificios entre los que sobresalen la iglesia y la torre medievales.
0,5 Aubrac. Junto a la oficina de turismo-bar-tienda panorámica se dividen los caminos, con el GR- 65A/GR-4 a la izquierda, y el nuestro a la derecha.
VARIANTE DEL COL D’AUBRAC:
Se prolonga desde el puente de Pascalet, a 3 km de Nasbinals, hasta el acceso a Royal Aubrac. Más que de una variante, que lo puede ser para los peatones en épocas de lluvias torrenciales o nieve, se trata de una ruta obligatoria para ciclistas y peregrinos con caballerías o perros, ya que tienen prohibida su entrada a las propiedades privadas ganaderas por las que transcurre el GR-65.