Etapa 4V: Viladerrei - Xinzo de Limia | Al Loro
Durante el verano, el sol y las altas temperaturas pueden ser el peor enemigo del peregrino en A Limia, donde la sombra escasea: conviene tenerlo en cuenta para planificar la hora de inicio. | |
Si queremos visitar los templos románicos de Trasmiras, Zos y Boado, tendremos que desviarnos unos metros del camino, pero vale la pena. | |
A apenas 1,0 km de Valderrei disponemos de cafetería y tienda en la estación de servicio (abre a las 7:00), a pie de camino; también hay bares a pie de nacional a la entrada de Trasmiras, 300 metros más adelante. De Trasmiras a Xinzo no disponemos de servicios a pie de camino; en Lobaces, a 450 metros del camino, venden empanadas y pizzas en una panadería, y en Abavides hay un bar (abre a las 8:00) a 800 metros del camino, a pie de nacional. | |
A Limia es el paraíso del ciclista, que avanzará raudo por sus pistas, y podrá unir al menos dos etapas de las recomendadas a los caminantes. | |
Ligeramente apartada de la ruta (300 metros) se localiza la iglesia románica de Santa María (comienzos del siglo XIII). Muestra dos portadas: la de poniente, con decoración de motivos geométricos y un pelícano labrado en un capitel, y la sur, con un singular entrelazo en el tímpano. | |
Para evitar el rodeo por Boado, que además nos obliga a superar dos veces la nacional y la autovía, a la altura del almacén de patatas Paz es posible dirigirse directamente a Xinzo. Para ello basta con seguir cualquiera de las dos pistas que conducen hasta la senda fluvial del Limia (justo antes del almacén, o en paralelo a la N-525), prosiguiendo por su bosque de galería, al sur del río, hasta alcanzar el puente que lo cruza y entra en la población por la avenida de Portugal (OU-304). Esta alternativa carece de cuestas, va todo el tiempo sobre firme de tierra, tiene más sombra y nos permite ahorrar más de 1 km. ¿Por qué no la han marcado como opcional? Preguntadle a la Xunta. | |
Mucha prudencia —a los que no sigan la variante del punto anterior— en los cruces de la N-525 (antes y después de Boado). | |
La iglesia de San Pedro (a 150 metros de la ruta oficial) conserva dos portadas de transición del románico al gótico (siglo XIII), ambas decoradas con ajedrezado y otros motivos geométricos, y una de ellas con una cruz de aspas calada en el tímpano. | |
El parque do Toural es el gran pulmón verde de la ciudad, y un lugar recomendado para el paseo y el reposo vespertino (también con terrazas). | |
En el casco antiguo, pleno de vitalidad en el entorno de la Praza Maior, encontramos un gran número de cafés, bares y tabernas para el tapeo. | |
Su templo de Santa Mariña es un compendio de varias épocas y estilos. De la obra románica mantiene la portada occidental y el cuerpo inferior de la torre. | |
Al igual que en Verín y Laza, el carnaval o Entroido mantiene su carácter tradicional, y se prolonga un mes con los domingos Oleiro, Fareleiro y Corredoiro. Lo protagonizan las pantallas, tocadas en blanco y rojo, con sus máscaras de diablillos que hacen sonar campanas en la cintura y portan vejigas de vaca hinchadas. Un monumento a la pantalla se puede ver a la salida de Xinzo por el camino. | |
Como curiosidad, una de las especialidades culinarias son las ancas de rana, pervivencia de las muchas que ocupaban la desaparecida laguna de Antela. | |
En el recuerdo, desbaratada la leyenda de una ciudad sumergida, permanece la laguna de Antela. El gran humedal, con cerca de 3.600 hectáreas, fue desecado a cargo del Instituto Nacional de Colonización, durante la dictadura franquista, desde 1958. |