Por un camino elevado sobre la carretera desde el que se divisa el lago, cruzamos la línea fronteriza entre Italia y Suiza sin ningún tipo de control. Aunque el tramo no está bien marcado (flechas amarillas de doble dirección), es preciso pasar a la derecha de la estatua de San Bernard y bajar a la SS27 para cruzarla.
Inicialmente enlosado, un camino desciende directamente hacia el valle cortando las vueltas de la carretera. En la tercera confluencia con ésta pasa ante el Rifugio del Pellegrino (cerrado en 2024) y una enoteca.
2,3 Enoteca. La ruta 103, que es la nuestra, prosigue su marcha ante la placa dedicada a unos montañeros húngaros muertos por una avalancha. Poco después existe una fuente junto a un depósito de agua. La senda, colgada de un barranco, desciende rápido en zig-zag deparándonos vistas sobre los picos circundantes, los abetales inferiores y la boca del túnel del Gran San Bernardo.
Poco después de confluir con la SS27 entramos por la derecha al cuidado núcleo de Saint-Rhémy, cuyas farolas están decoradas con el emblema de la Francígena.
4,2 Saint-Rhémy.