Etapa 22: Pian della Capanna - Pieve Santo Stefano | Recorrido
0,0 | |
6,8 km | Se emprende la marcha por el magnífico hayedo que rodea el refugio, dando un considerable rodeo en torno al Poggio della Ciocchetta, y cruzando después torrentes como los de Grillaia della Ripa y della Bozia. A los 2 km el panorama se abre en el Pian del Mancinato, permitiéndonos contemplar el curso alto del río Tevere con el embalse de Montidoglio. Tengamos en cuenta, como referencia, que su cola está muy próxima a Pieve Santo Stefano. Aproximadamente a una hora de Pian della Capanna pasamos, a 1.047 m de altura, por el Col del Pegli. 3,5 Col del Pegli. Una ancha pista de tierra, con tramos sobre la roca, se encamina por ahora en descenso hacia el monte Verde. Llegados a la encrucijada del Passo dello Spugnolo (991 m), giramos 90º a la izquierda. 500 m después encontramos una nueva bifurcación: a la derecha se asciende ya al monte Verde, mientras que a la izquierda prosigue la alternativa que desemboca en la carretera. La vía directa y oficial sube con inusitada dureza al monte, unos 500 m que se nos harán eternos, y se introduce en una propiedad cerrada provista de pasos canadienses elevados. El monte Verde (1.149 m) se encuentra ocupado por un espectacular y sombrío hayedo en el que las señales del GR, aunque abundantes y pintadas en los troncos, no siempre son fáciles de localizar. 1,8 Monte Verde. El lugar se ha convertido en una trampa tras la construcción de un gaseaducto. Superadas sus barreras, una senda sube hasta una loma desde la cual, después de traspasar un par de cancelas, de nuevo entre hayas descendemos por otro maltrecho paso canadiense elevado. La tortuosa senda nos lleva hasta la capilla del Passo di Viamaggio (983 m), que cuenta con área de descanso y un bar. 1,5 Passo di Viamaggio. |
6,8 | |
3,8 km | Emplazados en la confluencia de las carreteras SP258 (a Viamaggio y Badia Tedalda) y SP50 o Nuova Sestinese (a Pieve Santo Stefano), tomamos un instante la segunda para dejarla de inmediato por la Vecchia Sestinese o Via del Cerbaiolo, que es una pista de tierra. Llegados a una casa nos desviamos a la derecha por una pista similar que, entre robles, traspasa varios cierres, algunos electrificados. En los prados pasta el ganado bovino de una granja próxima; tranquilos, no os hará nada. A mano derecha queda el pico Montalto, completamente cubierto por un antiguo bosque. Una senda sube y baja con el embalse de Montidoglio en el horizonte. De repente el terreno se torna abrupto, y avanzamos entre roquedales, al borde de un barranco y al pie de una cruz de madera. Por la cara opuesta de un saliente descendemos con fuerza hasta el eremo di Cerbaiolo (fuente, wc), cuyo templo nos recibe con música. [VARIANTE POR EL BOSQUE: Contra toda lógica, la ruta oficial hasta 2022 no pasaba por el eremo di Cerbaiolo, que era considerado un desvío. Sin embargo, la fuerza del enclave franciscano ha ido modificando y consolidando la traza pisada por los peregrinos. Así pues, una vez rodeado el Montalto es posible, en vez de dirigirnos al eremo, torcer a la derecha para evitar el Fosso della Macchia. En este tramo veremos el desvío al eremo di Cerbaiolo, que en realidad nos obligaría a marchar hacia atrás, lo que resulta absurdo. Esta ruta, bastante más «salvaje», prosigue por pistas y, sobre todo, largos tramos de senderos por áreas mayormente boscosas, superando varios torrentes a medida que desciende a Pieve Santo Stefano, con momentos difíciles por la acusada pendiente. A la población se entra directamente por las vías del Gioiello y Alberto Camaiti, y luego por el Lungotevere hasta cruzar el río por donde estaba el puente viejo. Es así como llegaremos directamente al casco antiguo sin pasar junto al santuario de la Madonna dei Luni.] |
10,6 | |
5,8 km | Rodeamos el convento por la base y luego pasamos ante el emotivo Belén instalado en el bosque, dejando partir a la derecha un camino marcado en azul. Nosotros continuamos por el GR (sterrato), al lado de una nueva cruz de madera, y entre robles, pinos y prados, y también junto a una gran casa abandonada con capilla, iniciamos el largo descenso al valle. Bajo la grava de la vía se percibe el empedrado de la Vecchia Sestinese. Dejando atrás la casa La Trappola, las curvas y contracurvas se suceden en la ladera hasta Villa Dagnano (conjunto de edificios blancos con su capilla). A partir de aquí, ya sobre asfalto, enlazamos con la SP77 procedente de Sansepolcro. A la derecha vamos por ella entre un par de fábricas (la primera, de transformación de madera, con una estatua de San Francisco), sin más novedad hasta alcanzar, a la entrada de Pieve Santo Stefano, el cupulado santuario de la Madonna dei Lumi (fuente, supermercado). Cruzado el río Tevere, por Via Michelangelo llegamos a la Piazza Plinio Pellegrini, en la que se alza el Comune, junto a la cabecera de la colegiata de Santo Stefano. |
16,4 |