El Peregrino: Mi día a día en el Camino de Santiago en formato podcast

Recuerdo mi primer Camino, en el año 2005. Fui un sarraguino más que probaba la experiencia de salir de la zona de confort que nos da nuestro día a día y se sumergía en la magia del Camino. Me enamoré al instante. Sabía que tarde o temprano la ruta xacobea se acabaría convirtiendo en parte de mi vida y hoy lo es hasta el punto de haber creado un podcast sobre ello, hasta el punto de haberse convertido en parte de mi trabajo. Repetí el Camino en 5 ocasiones más, empezando como muy lejos en Astorga, pero siempre llegando a Santiago, siempre en el Francés, como si estuviese de alguna manera atraído por esta ruta que levanta pasiones y ciertos recelos debido la masificación… y a la sexta llegó el viaje de mi vida.

Yo me dedico a la producción de podcasts y radio desde hace casi veinte años, los últimos cuatro a nivel profesional, es decir, vivo de ello. Os puedo asegurar que desde el momento en el que comencé a ejercer esta profesión sabía que tarde o temprano iba a hacer algo sobre el Camino. Además, tuve la suerte de que Audible, empresa de Amazon, se interesase en el proyecto, y fueron quienes permitieron que saliera adelante. Cuando firmé el contrato llegó también el gusanillo en el estómago, ¡iba a hacer un podcast del Camino de Santiago! ¡Por fin había llegado el momento! 

Pero no quería hacer un podcast más, quería que la gente que lo escuchase se trasladara allí, que viviera mi cansancio, el calor, los anocheceres con los demás peregrinos, las ampollas… Quería que el oyente se convirtiera en peregrino, quería crear un formato no explorado en podcast. Así nació «El Peregrino», el «trabajo» (el Camino siempre es un placer) más importante de mi vida. 

Queríamos acercar el Camino de Santiago a toda la gente que no lo ha hecho, pero también hacer que quienes ya son iniciados puedan recordar los momentos vividos por todos ellos, quería que «El Peregrino» fuera un recuerdo, al igual que es un diario, o una foto, pero que además de ser un recuerdo para mí, lo fuera también para los protagonistas de esta historia, los que participan o no, los peregrinos del Camino.

He de confesar que elegimos Roncesvalles como punto de inicio por puro pánico. Era la primera vez que iba a realizar un Camino de tantos kilómetros y me asustaba el hecho de no poder terminar semejante proeza, así que decidí quitar de la ecuación a Saint Jean Pied de Port y hacer solamente la parte española del Camino Francés. Fue poner un pie en Roncesvalles y ya tuve mi primera sorpresa, me encontré allí a Joan Marc, peregrino catalán que conocí en el 2018. Me sentí abrazado por la magia del Camino nada más llegar, pero no quiero contar mucho detalle, porque me encantaría que lo escucharais en el podcast.

También es cierto que esta magia, sobre todo para las personas que ya han realizado esta ruta Xacobea, no les va a sonar nuevo. El Camino tiene algo más allá de lo comprensible que sólo descubrimos cuando peregrinamos y cuando echamos la vista atrás recordando aventuras allí vividas. Ahora siempre esbozo una sonrisa cuando recuerdo mi aventura para «El Peregrino», porque sin duda fue la más importante de mi vida, no sólo por lo vivido sino por la gente que conocí, personas que en menor o mayor medida se han convertido en parte de mi vida y que para siempre serán parte de mí. 

El final también fue decidido gracias a la Providencia, la magia antes mencionada, o tan sólo a la casualidad, pero pese a que la idea inicial era terminar el Camino en Santiago finalmente acabé mi historia en Muxía pasando antes por Finisterre.