Camino Portugués desde Porto: Central o Costa

1. El itinerario mayor o Camino Central, que en Portugal viene a ser algo así como el Camino Francés para España, es el mejor documentado a lo largo de la historia, fue el primero en ser recuperado y también es el más directo. Más allá de la Rúa de Cedofeita, va abandonando Porto por una interminable y cansina trama urbana, y sin dejar la línea recta se dirige hacia Vilarinho (26 km), habitual fin de etapa. Si bien la gradación, desde el casco histórico hasta Araújo, es progresiva, pocos cubren con agrado las dos primeras leguas, y sobre todo la segunda, que tiene como colofón una gran sorpresa. Nos referimos a los dos brazos en los que se divide el Camino en Araújo, con la variante de Ponte Moreira metiéndonos en un nudo viario, y de golpe en la EN-13, todo un placer para los sentidos del ya castigado peregrino, y la variante de la Ponte de Barreiros, donde asistimos a algo impensable en una ruta jacobea, el cruce a pelo de una carretera de cuatro carriles, tipo autovía pero sin vallas, en las proximidades de una curva y con estrecha medianera. Y mientras esto sucede, sin que hasta ahora haya sido atropellado ningún peregrino, milagro que sólo puede obedecer a la intercesión cotidiana del Apóstol y la Vírgen de Fátima, los encargados de la promoción turística reclaman como prioritario que el Camino Portugués sea declarado Patrimonio Mundial.

2. Probando mejor suerte, exactamente a 6,5 km de la catedral de Porto, en el lugar del Padrão da Légua, del anterior nace el conocido como Caminho da Costa, oficialmente reconocido y bien señalizado. En su primera jornada suele concluir en Vila do Conde (29 km), bella localidad sita en el estuario del Ave. Al continuar próxima al mar, e incluso sobre pasarelas instaladas sobre las playas, esta variante se está volviendo cada vez más popular, arrebatando un gran número de peregrinos al Camino Central. Pero quienes vienen azuzados por el reclamo del Atlántico, el primer día sienten haber sido engañados, pues el mar no se huele hasta llegar a Póvoa de Varzim, poco después de Vila do Conde. Y si bien aquí no hay carreteras asesinas, resulta igualmente chocante que entre Vila Nova da Telha y Labruge se tenga que atravesar la pista de aproximación del aeropuerto internacional con los aviones, no es broma, aterrizando sobre nuestras cabezas.

3. La tercera hermanita, que pese a haber nacido en la incubadora está creciendo a ritmo vertiginoso, alimentada por una moda extendida por los países de habla germánica (la guía amarilla y Raymond tienen bastante que ver en ello), que se va contagiando por EE.UU. y otros territorios, es la conocida como Senda Litoral. O sea, un camino puramente costero, que no se aparta ni un ápice de playas y paseos marítimos, ello por poco histórico y jacobeo que resulte el planteamiento. Combatida por la Câmara Municipal de Porto, que ha borrado todas las flechas en la ciudad, la Senda es potenciada, ya desde la mismísima Foz do Douro, por el vecino municipio de Matosinhos, principal beneficiario, que argumenta la devoción a su Bom Jesus, con vistoso santuario, como principal justificación del rodeo. Extensos y ventosos arenales, sí, pero también una enorme refinería, al salir de Leça de Palmeira, que nos vemos obligados a soportar a lo largo de 2,5 km, ello sin contar la polución. Antes de llegar a Vila do Conde, en Azurara, esta ruta se une a la de la Costa.

Nota de Gronze: En la guía del Caminho da Costa que este año elaboraremos, tomaremos como trazado principal la Senda Litoral, descrita en el punto 3 del artículo, y como alternativa la descrita en el punto 2. En la misma guía, elaborada por Carles Guiral, explicaremos los motivos.

4. Y llegamos a la más modesta, numéricamente hablando, del cuarteto, que no es otra que la Variante de Braga. Para más información: Camino Portugués: Variante de Braga.