El Camino de Santiago desde Pamplona, 2009 y 2010
Como experiencia personal es perfecta. Conocerte a ti mismo. Tus límites, temores, virtudes, etc.
No puedo decir que fuera un camino de rosas. De hecho tuve que hacerlo en dos veces porque en la primera casi se me gangrenan los meñiques por forzar. Salí de Pamplona solo y a buen ritmo, pero al hacer amistades y querer llevar su ritmo mis pies lo notaron. Tuve que abandonar en León. La segunda vez fui tambien solo y a mi ritmo. El camino es tu camino no el que marquen rutas o amigos. Si estás cansado paras y si vas bien sigues. Tú decides.
La señalización es perfecta, salvo pequeños bares o negocios que te desvían para que llegues a ellos. Son pocos y te das cuenta. Picas la primera vez, no más.
En mi experiencia personal todo perfecto, aunque sí se nota diferencia entre navarros, riojanos y gallegos. Estos últimos por la masificación son un agobio, en algunos casos.
Recuerdos imborrables en el de Puente la Reina (primera noche), Foncebadón (nevaba) y Pedrouzo (tras dos años terminaba el camino).
El camino no es una carrera. Disfrútalo en su plenitud. Si quieres parar, para. Si quieres sacar una foto, sácala.
Hasta la lluvia puede ser tu amiga si te lo tomas con filosofía.
Soy gallego y en los 28 días que duró mi camino (en años distintos) solo me llovió un día (el resto un calor impropio de fechas de octubre) y fue en O Cebreiro y no pude evitar reirme mirando el cielo. LLEGABA A CASA.
Disfruta cada paso y cada experiencia. Y sobre todo BUEN CAMINO!!!!