Etapa 3: Noia - Urdilde | Al Loro

Variante fluvial: Al salir del casco antiguo de Noia, al llegar al puente de Traba, que se encuentra a la derecha, hemos de decidir si continuamos de frente, por el Camino Real, o cruzamos el puente para tomar la variante fluvial hasta Toxosoutos. La variante es 1 km más larga que el camino principal, es más lenta por el tipo de senda (1 hora más) y no es apta para bicis. En todo momento avanzamos por un bosque de corredor; entre los atractivos de este tramo están la aldea abandonada de Xei y las papeleras históricas arruinadas de Brandía y Fontán. Al saltar del río Vilacoba al de San Xusto, el espectáculo prosigue por un bosque aún más cerrado y un cauce más bravo que forma rápidos, entre peñascos y helechos, y se desploma en cascadas tan hermosas como la de Boña. Podéis leer la descripción en la sección Recorrido (al final del primer tramo).

Los demonios cambian de nombre, pero siempre causan el mismo mal: hasta ahora nos ha castigado uno en forma de carretera, la AC-550, y ahora lo sustituye otro llamado AC-543. Nos va a causar problemas de cruce en el polígono de Augalevada y, después de San Paio, a la altura de la fábrica de hormigón, pero sobre todo entre Fontefría y el desvío a Agrafoxo, en que tendremos que circular por su arcén nada menos que 2,5 km. Por fortuna, el tráfico es escaso desde que se construyó el corredor de Brión a Noia.

Hoy conviene llevar provisiones desde Noia, también agua, porque la etapa tan solo cuenta con un bar en San Xusto, que además no siempre está abierto, y con una gasolinera con minitienda, antes de O Martelo, que permanece cerrada de 12:30 a 17:00.

Dos lugares son propicios para hacer un alto a mitad de etapa: San Paio, que cuenta con una pequeña área habilitada, y desde luego Toxosoutos, escuchando el rumor del agua junto al monasterio.

Los montes repoblados, con un predominio bastante avasallador del eucalipto y secundario del pino, sustituyen a los amables bosques mixtos de la ría. A partir de Toxosoutos, entre las aldeas de Cedofeito y Fontefría, el río de San Xusto corre entre pastizales, dispuestos para el ganado vacuno.

La cita natural de la jornada está en San Xusto de Toxosoutos, con el bosque de galería del río de San Xusto, la cascada (con unos 10 m de caída) y los rápidos formados por sus aguas. Delicioso.

Al salir de la aldea camino de Toxosoutos, a la vera del Camino se alza un cruceiro del siglo XVII que se diferencia de todos los que hemos visto hasta ahora. La Virgen, a la espalda del Crucificado, no está rezando como acostumbra, sino que protagoniza el milagro de la lactación de San Bernardo, o sea, que alimenta con su leche al santo. Se ha de entender en clave mística.

Poco queda del monasterio medieval de San Xusto de Toxosoutos, fundado en 1131, ya que todo fue reedificado, tanto el templo —ahora parroquial— como las dependencias anejas; su claustro fue desmontado y trasladado a un palacio de Noia. Pese a ello, el enclave resulta encantador.

Vale la pena acercarse a la iglesia de Santa María, reformada en los siglos XVIII y XIX, que se encuentra acompañada por dos casas grandes de piedra: rectoral e iglesario.

Proponemos una idea relajante para quien llegue temprano a Urdilde: tomar un bus y desplazarse hasta el Balneario de Compostela. Situado en O Tremo (en la etapa siguiente), tan solo a 7 km, de lunes a sábado (el domingo cierra a las 18:00) ofrece su circuito termal con piscinas dinámicas, hidromasaje, baño turco, salas de calor seco y con hielo, y de relajación con cromoterapia. ¡Toda una bendición para un peregrino cansado! Más info: Hotel Balneario de Compostela.

En Galicia sucede una cosa muy curiosa: en cuanto te apartas unas centenas de metros de la costa, la cultura gastronómica cambia rápidamente, y la carne sustituye al pescado en la dieta. Por lo tanto, si el mar ya os ha saciado, ahora puede ser el turno del cerdo y la ternera gallega, acompañados de las verduras y hortalizas cultivadas en la zona.

PARA CICLISTAS:

El trazado, pese a algunos tramos incómodos por el Camino Real, y con la obligatoriedad de poner pie a tierra en Toxosoutos, es mucho más apto que la variante fluvial, impracticable para las bicis.

El primer sector de la etapa, entre A Rasa de Abaixo y San Paio, no resultará fácil, pero la alternativa por la AC-311 y AC-543 resulta todavía peor.