Un bonito recorrido por el borgo nos conduce, desde la plaza de la iglesia, a través del Corso Matteotti y la Via Sant’Agostino. Dejamos atrás la muralla para bajar unas escaleras (Via dell’Ospedale) y realizar un zigzag tomando la Via San Vicenzo. Esta desemboca en la SP20, por la que vamos un instante a la izquierda para proseguir, ya en el lecho del valle, por la misma calle de San Vicenzo.
Como todo lo que se baja se sube, y viceversa, ahora ascendemos a la derecha por una pista hasta unas casas, y desde ellas por una senda arbolada en 200 m de fuerte cuesta.
A la vista de Pietralunga, en lo alto giramos a la izquierda por una carreterilla sin tráfico y vamos superando varios cruces bien señalizados. Por un bosque descendemos rápido a un nuevo valle, no lejos del hotel Candeleto y los apartamentos Il Pioppo, hasta la casa de Banditelle. Nos acompaña el torrente Carpina, que cruzamos junto a un viejo molino rehabilitado.
5,0 Cruce del torrente Carpina. Si el firme ya estaba cada vez en peor estado, desde el puente la carretera presenta un estado lamentable, malo para los coches pero beneficioso para los peregrinos. Por ella, con el abrigo de masas caducifolias y pinares, subimos hasta la encrucijada situada entre los montes Roncino y Celone.
A la vista de los Apeninos, omnipresentes en el itinerario franciscano, toca nueva bajada para cruzar un regato, donde se dispone un oratorio de la Madonna. El ascenso posterior nos aproxima a la Pieve de’Saddi, visible a lo lejos, a la que hemos de desviarnos 100 m.
4,7 Pieve de’Saddi.