Etapa 1P: Porto do Son - Noia | Recorrido

Distancia: 
16,3 km
Duración: 
3 h 30 min
Dificultad: 
1
Paisaje: 
3

0,0

2,3 km

Desde la capilla de la Atalaia, en una elevada posición de vigía sobre el mar, el Camino balizado desciende junto a la Casa da Cultura, por la Rúa Campo Atalaia, hasta la plaza del Ayuntamiento. En ella se gira a la izquierda para continuar hasta el puerto por la Rúa da Roda.

Recorremos ahora el remodelado y premiado espacio de la plataforma portuaria —donde se ha instalado un tinglado de madera que evoca los tradicionales secaderos de pescado— para bordear el parque y la primera playa del día: la de O Cruceiro. Habrá más, no nos precipitemos.

El paseo al borde del mar se prolonga hasta la iglesia de San Vicenzo de Noal (fin del s. XVIII), precedida de un cruceiro y palmeras. A su izquierda proseguimos entre el muro del cementerio y el mar, ahora con la playa de Suigrexa.

Antes de que concluya el arenal regresamos a la AC-550, pero justo al llegar a ella volvemos a dejarla para bajar de nuevo hacia la playa de Cabeiro (camping). Sin llegar a ella, tomamos una pista a la derecha, y luego también a la derecha un camino que conduce a la aldea de As Laxes.

De vuelta a la AC-550 (gasolinera con tienda), la cruzamos y tomamos un camino que, curiosamente, discurre bajo los pilares de un edificio (Recambios Blanco). Poco después nos deja en la aldea de Noal, que cuenta con buenas casas y hórreos de piedra.

2,3

1,9 km

Un camino entre muretes y arbolado nos reconduce a la carretera, que hemos de seguir 150 m, sin cambiar de margen, a la vista de la capilla de Loreto (s. XIX) con su cruceiro de capela.

Nos desviamos a la derecha por una pista rectilínea, que dejamos luego a la izquierda para bajar a la vaguada formada por el río Quintáns, sobre la que se eleva, entre amenazadora y protectora, la Serra do Barbanza con el monte Iroite.

Una trama de cartesianas pistas de concentración nos conduce hasta la aldea de Pedreisoas (casa con reloj de sol) y, cruzando el río, a las prácticamente unidas de Orseño y Quintáns, donde se alza un cruceiro.

4,2

1,8 km

Siempre al frente, por una pista local llegamos a la DP-7101 (cruceiro, hórreo y fuente), por la que bajamos a O Empalme (AC-550). Antes de alcanzar la carretera general (bar y restaurante) —salvo que hayamos decidido tomar la variante de la playa de Agüieira (ver Al Loro)— tomamos a la derecha una pista asfaltada que luego prosigue entre eucaliptos y pinos como vía forestal.

El siguiente cruce de la AC-550 resulta complicado, por lo que hemos de buscar el sector más favorable. 160 m después abandonamos dicha carretera por el margen opuesto, superando el río Cans para entrar en la aldea homónima (cruceiro).

Por las aceras de este antiguo trazado de la carretera provincial, regresamos a la nueva en un tramo problemático, pues hemos de pisar su arcén 350 m. Por fin la dejamos para llegar a O Pozo.

6,0

1,8 km

Dibujamos un ángulo agudo a la izquierda por la pista que desciende a la playa de Langaño: un pequeño paraíso que compensa la ración de asfalto que acabamos de ingerir. Tras cruzar el arroyo Sancho el camino, arenoso, avanza entre juncos y pinos.

Infelizmente no es posible conectar, por una senda litoral, con las playas de O Pozo y Coira, lo que nos obliga a subir por un pinar, al lado de una curiosa casa circular, hasta los núcleos dispersos y nuevos de Eiravedra y Freixedo (AC-550).

Otros 400 m por una recta de la general, no hay remedio, nos dejan ante la Casa de Ubaldo, tras la cual el antiguo camino real prosigue en paralelo a la AC-550 un pequeño pero reconfortante tramo. Donde concluye, ya entramos en Portosín por las poco atractivas rúas de Santo André y San Pedro, cruzando por un paso de cebra la carretera de marras para alcanzar la iglesia de San Sadurniño de Goiáns.

7,8

0,9 km

Volvemos a cruzar la general para, junto al hotel O Noso, bajar por una escalera hasta el puerto deportivo, donde se localiza la fuente de A Romeira.

8,7

2,4 km

Más allá del Real Club Náutico comienza un bonito camino de tierra que, entre eucaliptos, conduce a la playa de Gafa. Bordeamos el pequeño arenal para proseguir al borde del mar por una amena senda peatonal de hormigón, con alguna pasarela de madera, que continúa hasta la playa de Ornanda (bar-restaurante).

Por hoy se acabaron las playas, y ahora toca subir al lado de un pinar (área de pícnic) y del camping Punta Batuda. Un camino herboso nos reintegra a la AC-550, pero antes podemos disfrutar del campillo, con su alcornoque, que rodea la capilla das Pardiñas con su cruceiro (ambos del s. XIX).

Hemos ahora de cruzar la general pero retrocediendo 20 m, pillando así una pista que asciende entre chalés con sus jardines y nos ofrece vistas sobre Portosín, la ría y el monte Louro.

Convertido en pista forestal, el Camino comienza a descender, y en un momento dado se desvía entre altos muros, a la derecha, por una estrecha senda. A continuación llegamos a la aldea de Boiro.

11,1

0,6 km

Seguimos por lugares de O Corralexo (lavadero y hórreos) y Meruso. A lo lejos contemplamos la isla de A Creba y el puerto de O Freixo, referentes de la primera etapa.

Se suceden los lugares habitados, y así pasamos por A Carreira (bar-tienda), Boa y Antelo, que es donde se emplaza la iglesia de San Pedro de Boa (s. XIX) con su irrenunciable cruceiro (fuente en el cementerio).

11,7

1,8 km

Por la aldea de O Sino bajamos hasta el lugar de A Corredoira, otro nombre alusivo al paso del Camino Real. Obviamos la AC-550 tomando a la derecha el camino que pasa por A Devesa, tras la cual es inevitable retornar a ella.

Culebreamos con la general, cruzándola para tomar una carreterilla paralela a que discurre entre las casas nuevas de O Vilar. De vuelta a la AC-550, la cruzamos y vamos 80 m por su arcén izquierdo hasta encontrar un camino de tierra rectilíneo que se introduce en un bosque mixto, lo que proporciona unos minutos de sosiego.

Más adelante pasamos bajo la AC-549, variante del puente que cruza la ría, para aproximarnos a través de un húmedo bosquete a la aldea itineraria de Taramancos. Los vecinos la han decorado con guiños a los peregrinos.

13,5

1,7 km

Desde el cruceiro ascendemos hasta la AC-550, cruzándola otra vez para pasar ante el taller de Aluminios Testal. Aparecen el puerto deportivo de O Testal y Noia, pero más vale que prestemos atención al tráfico de la AC-550, ya que de postre nos va a tocar caminar por ella 550 m y en curva, peor imposible.

Cruzamos la carretera, mejor en la rotonda, y justo después del aparcamiento de Talleres Miranda nos desviamos a la izquierda dando un giro de 180º. Luego bajamos a mano derecha para retomar el cortado Camino Real, que a partir de aquí se introduce en la parroquia de Obre.

En las inmediaciones de Noia aumenta la densidad poblacional, y nuestro tránsito será un todo continuo por las aldeas de Fonte Pernal, O Chan de Maroñas (fuente y lavadero) y, tras el cruce a la iglesia de Santa Mariña, O Rego das Hortas (volviendo un instante a la AC-550) y A Chaínza, que es donde abre sus puertas el flamante albergue de peregrinos.

15,2

1,1 km

Cruzando el regato de Argalo (lavadero) continuamos por una vía peatonal próxima al fondo de la ría, en realidad una llanura intermareal muy colmatada de sedimentos arenosos. Desembocamos así en la Praza do Marqués de Monroy, desde la que cruzamos el puente Grande para entrar en el casco antiguo de Noia por la Porta da Peregrina. La rúa del mismo nombre nos conduce a la Praza do Tapal, presidida por la monumental fachada gótica de la iglesia de San Martiño.

16,3