Experiencias de Peregrinos

Fue mi primer camino, y encontré absolutamente todo lo que pretendía encontrar. Naturaleza, amigos, techo, comida, paz, paz y paz, eso sí, hasta Melide. A partir de aquí, ya no es lo mismo. Las gentes de Asturias, impresionante. Siempre una sonrisa en sus caras, sonrisas que casi no contemplarás en Galicia, pues ya están hartos y acostumbrados al peregrino. 
Si buscas un camino competitivo físicamente, tranquilo y bien equipado, este te garantiza las tres cosas.

Camino del Norte: Una de las mejores experiencias que he tenido en mucho tiempo, me ha encantado atravesar Asturias, ver pueblos de encanto y playas preciosas, conocer un poco de Galicia y gente maravillosa y, sobre todo, conseguir un reto que sabía que iba a ser duro. Me fui sola y quise darle un homenaje a mi padre con la bici que me dejó en su ausencia hace 10 años.

Es un camino que sinceramente me gusta. Un camino no muy transitado y tienes tiempo de pensar en muchas cosas.

Dejé el camino este verano en Sarria por una lesión y decidí continuar a finales de octubre, un acierto, buen tiempo, a excepción de un día de mucha lluvia. Había bastantes peregrinos pero nada de masificación, plaza en todos los albergues, y todos en muy buenas condiciones. Preciosos paisajes, y una alfombra de madroños y castañas, los colores del otoño en esos bosques son increíbles.

Pensaba que sería una romería por el número de peregrinos, pero no, sin problemas en los albergues, me encantó el tramo de Rabanal a El Acebo, para mí los mejores paisajes. Muchísimos peregrino/as extranjeros, tanto es así que en el primer albergue éramos los únicos españoles.

Experiencia increíble. Y muy recomendable.

De belleza incomparable para hacerla sin prisas, viendo muchos paisajes, muy, es que muy, recomendable.

Experiencia extraordinaria. Es mi tercer camino, y lo haré mientras tenga fuerzas y las circunstancias me lo permitan.

Fue mi primer camino y como el primer amor siempre te parece que fue el mejor. Tal cual me lo había imaginado unos senderos increíbles con el verde Asturiano en un principio y con la agradable geografía gallega en la segunda parte. La gente que lo transitaba excelente, solidaria, respetuosa y alegre al compartir en el albergue. No está comercializado como el Francés, es mucho más auténtico y como es un poco más exigente no van turigrinos. Creo que los peregrinos de este camino son viajeros no convencionales a los que les gustan los desafíos.

Es más que una experiencia de viaje, creo que es, al igual que los restantes caminos, una experiencia de vida. Es mi tercer camino y cada uno se caracteriza por distintas cosas y atractivos. El Francés para mi tiene la grandiosidad que le da el recorrido tan largo, se transita tanta diversidad en todos los aspectos, geográfica, humana, histórica, cultural. Cada región tiene su peculiaridad y su atractivo. Tal vez en la primera y última parte le reprocharía la invasión de turigrinos, pero no empañan la experiencia .Antes de comenzar parece que uno no podrá con tanta distancia y sin embargo...

Muy positiva. Al hacerlo en noviembre, muy tranquilo. Caminar sin nadie delante ni detrás es todo un lujo. Solamente he coincidido, y en algunos tramos, con cinco peregrinos de los que guardo un grato recuerdo. Nada que ver con el Camino Francés. En cuanto al Camino y, siempre comparándolo con el Camino Francés, mucho más bonito, sobretodo en cuanto a vistas y variedad de paisajes. Hay tramos a nivel de playa y las playas son estupendas.