Camino de San Antonio, una peregrinación en Italia

Se puede seguir el Cammino di Sant'Antonio siguiendo las flechas en dirección a Padua - La Verna. Un grupo de voluntarios está trabajando para que sea practicable también hacia la Basílica del Santo. El sueño de los frailes  es conectar Padua a la ciudad de Milazzo en Sicilia, el lugar donde llegó el santo portugués y desde donde comenzó su viaje. Además de la señalización, el peregrino se ve facilitado en su camino por una descripción muy detallada en el sitio web Il Cammino di Sant'Antonio, constantemente actualizado, donde es posible descargar las pistas de GPS, la lista de los lugares de acogida y muchas informaciones útiles para emprender esta experiencia. El Camino de San Antonio (CSA) se puede colocar dentro de una ruta más amplia que es la que conecta Padua con Asís y Roma; actualmente está en estudio un enlace con Gemona como lugar de conexión con las otras rutas europeas de peregrinación.

Está dirigido a peregrinos a pie y hace poco ha sido recorrido por un grupo de peregrinos a caballo. En el camino hay lugares de culto relacionados con el Santo: la Basílica de la Salud en Venecia donde se conservan algunas reliquias, la Basílica dell’Arcella, el Santuario del Noce, la Tumba del Santo en Padua, la ermita de Montepaolo y el Santuario de La Verna, sin contar los innumerables capiteles y altares que atestiguan el vínculo y la devoción para el Santo que se extendían por todo el territorio.

El Camino al Santuario de La Verna incluye una serie de etapas que varían entre 21 y 23 en relación con el punto de partida. El itinerario implica pasar por grandes e importantes ciudades, algunas de las cuales se consideran entre las más bellas de Italia (Venecia, Padua, Rovigo, Ferrara, Bolonia). Saliendo de Venecia y tras haber dejado el barco de vapor, el camino continua por la Riviera del Brenta con sus villas históricas como Villa Pisani a Strà, sucesivamente cruza los centros de Mira y Dolo hasta Padua bordeando los canales de agua, y siguiendo el canal de Bacchiglione se llega a la histórica ciudadela de Monselice con su Fortaleza y su recorrido jubilar de las Siete Iglesias. Aquí, el peregrino puede optar por desviarse hacia las bellezas del Parque Regional de las Colinas Euganeas, pasando por Torreglia y Arquà -la ciudad del poeta  Petrarca- antes de llegar al terraplén del Adige y finalmente a Rovigo.

Dejando el Veneto para entrar en Emilia Romagna en dirección a Ferrara, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hay que cruzar el río Po y seguir por varios kilómetros a lo largo de su alto y pintoresco terraplén. Desde Ferrara se recorre el tranquilo valle del Po con sus campos ordenados hasta llegar a Bolonia. Debido a la urbanización, se han buscado carreteras secundarias, caminos rurales, incluso diques de los canales para garantizar a los viajeros la máxima seguridad y el contacto con la naturaleza. En la capital emiliana, el peregrino puede ir -pasando por el pórtico cubierto más largo del mundo- a la Basílica de San Luca, donde se puede obtener el Assidua, el documento que certifica el camino realizado.

Después del tramo por las llanuras, el Camino se enriquece con los  paisajes naturales de los Apeninos y sigue los Parques Regionales de Gessi Bolognesi y Calanchi dell'Abbadessa, la Vena del Gesso Romagnola y el Parque Nacional delle Foreste Sacre Casentinesi.

En este tramo caracterizado principalmente por la belleza de la naturaleza, se pueden recorrer las antiguas calles romanas, como la Via Flaminia Minor a lo largo de las montañas, visitar pueblos históricos y únicos como Dozza con sus casas pintadas, Brisighella, Modigliana del pintor Silvestro Lega, Portico di Romagna, San Benedetto in Alpe con sus cascadas dantescas, Castagno d'Andrea y la ermita de Camaldoli. En este tramo la naturaleza es la verdadera protagonista ya que las Foreste Sacre del Casentino constituyen una Reserva Integral que han sido otorgadas en 1985 con el Diploma Europeo de Áreas Protegidas para poder preservar uno de los pocos bosques que han permanecido casi intactos gracias a la presencia de laderas rocosas y la falta de vías de acceso que han impedido la colonización humana. Aquí el hombre es un simple huésped que solo puede admirar la belleza de una naturaleza majestuosa y virgen. Se percibe sobre todo con la llegada al Santuario de La Verna después de la última subida, la más empinada de todo el Camino, pero la que más justifica todos los esfuerzos del peregrino al llegar a la meta. El camino es transitable todo el año, aunque algunos senderos en las montañas son impracticables durante los períodos de fuertes lluvias, especialmente en los bosques cercanos a Bolonia y de la Romagna donde el suelo es arcilloso, y en el Casentino por posibles nevadas.

Antes de iniciar el Camino, los Hermanos Menores Conventuales emiten una Credencial, que constituye una especie de documento para garantizar la autenticidad de la peregrinación e identificar al peregrino. Permite el acceso a las infraestructuras / refugios que ofrecen hospitalidad y en la Credencial hay que poner los sellos que atestiguan el paso en los distintos lugares y la fecha relativa (lugares sagrados visitados, refugios e instalaciones de recepción). Estos sellos certifican la ruta del peregrino y permiten recibir el Assidua, un documento que certifica el peregrinaje realizado y que se personaliza colocando el nombre del peregrino. El Assidua se puede recoger en la Basílica del Santo en Padua, en la Basílica de San Luca en Bolonia y en la Ermita de Montepaolo. Cada credencial tiene un número progresivo y es única.

Al final de cada etapa hay un refugio, que es un lugar de bienvenida donde se puede pasar la noche. Actualmente en el Camino hay unas 110 instalaciones de recepción y acogida. Algunas instalaciones solo pueden ofrecer alojamiento durante la noche, otras también tienen desayuno además de la cena. En unos cuantos albergues hay una cocina para peregrinos. Es posible lavar la ropa y colgarla para secarla. Se intentó, cuando fue posible, elaborar un convenio con restaurantes, pizzerías y posadas.

Es necesario llevar el saco de dormir: en la mayoría de los refugios es la condición requerida para ser acogidos. Los refugios, que ofrecen soluciones espartanas, generalmente tienen un precio muy bajo. Se calculó que el gasto medio diario es de alrededor de 30-35 euros. Algunas de las instalaciones presentan una oferta gratuita.

El espíritu que anima esta peregrinación es franciscano: las propuestas son siempre simples y esenciales y para esto, en algunos casos, requieren adaptabilidad. En muchos albergues también es posible contar con apoyo espiritual, para aquellos que lo deseen, puede haber un encuentro de oración o meditación para compartir con otros peregrinos. El largo camino de San Antonio es el resultado de un gran trabajo en equipo, de personas encontradas por el camino que han puesto su tiempo al servicio de los futuros peregrinos, su experiencia y disponibilidad sin pedir nada a cambio. Actualmente los frailes de la Basílica del Santo colaboran con la Asociación Il Cammino di Sant'Antonio, un grupo de voluntarios que tiene como objetivo difundir el culto del santo, la valorización y la promoción de las peregrinaciones a pie y en bicicleta en los lugares Antonianos. Nos relacionamos con las instituciones y con todas aquellas entidades y asociaciones que se preocupan por el Camino de San Antonio y desean colaborar con nosotros. Los voluntarios de la Asociación se ocupan de la señalización del itinerario, se empeñan en la búsqueda de lugares de acogida y otras estructuras, hacen todo lo posible para que la gestión del  camino sea cuidadosa y atenta. La Asociación está siempre abierta para aquellos que quieran ser parte activa, conscientes de que todas las contribuciones puedan únicamente mejorar el itinerario antoniano gracias a la experiencia y, sobre todo, a la humanidad que cada miembro pueda aportar. Es posible ponerse en contacto con la asociación a través de la dirección associazione@ilcamminodisantantonio; la Asociación, además, intenta resolver con eficacia y rapidez la dificultades de los peregrinos gracias a la gran disponibilidad de sus miembros y es "social" en el grupo de Facebook Quelli del Cammino di Sant'Antonio.

Un camino que atraviesa las llanuras de Veneto y Emilia, montañas y barrancos de Romagna, los bosques encantados del Casentino, pasando por los lugares de culto del Santo hasta llegar a Toscana en la ermita de La Verna. Un viaje fascinante a través de lugares que permanecerán en el corazón, un camino que es descubrimiento, belleza, maravilla y contemplación. Pero también es un encuentro con otras personas, con mucha humanidad impulsada por las más distintas motivaciones. Un viaje que nos da la oportunidad de buscar y confirmar que somos parte del todo.