La variante por montaña de Villafranca del Bierzo

Entre las poblaciones de Villafranca del Bierzo y Trabadelo, distantes unos 10 km, hay dos posibles caminos:

El camino histórico

Es el que han seguido, a lo largo de la historia, cientos de miles de peregrinos. Es el más corto y fácil orográficamente, y transcurre por el fondo del valle del río Valcarce. La pega es que este valle fue el elegido en su momento para convertirlo en el más importante para las comunicaciones terrestres entre Galicia y el resto de la península. Primero se construyó la primitiva N-VI, que pasaba por el interior de los pueblos, luego se construyó una más moderna N-VI, que evitaba los pueblos, y hace pocos años se contruyó la autovía A-6, una impresionante obra de ingeniería con gigantescos viaductos (las dificultades técnicas alargaron seis años su finalización). Afortunadamente, el AVE a Galicia no pasará por este valle.

Este camino continua siendo hoy en día el más seguido por los peregrinos, y transcurre básicamente por el arcén de la nacional N-VI, protegido por un muro de hormigón de unos 80 cm. Desde la apertura de la autovía, la N-VI soporta muy poco tráfico. En el acceso a los pueblos, el camino transcurre por la primitiva nacional, aún con menos tráfico.

La variante de Pradela

Esta variante fue “inventada” (dicen que por Jato, el hospitalero del albergue Ave Fenix) en los años 80, cuando el camino histórico iba forzosamente por el arcén de la nacional, sin muro de protección y junto a un intenso tráfico. No es difícil imaginar el suplicio para los caminantes, además del peligro de atropello.

La variante arranca en fuerte subida por la calle Pradela, en Villafranca del Bierzo, justo pasado el puente sobre el río Burbía. Está señalizado con un panel vertical, que lo bautiza, exageradamente, como “camino difícil”. La subida más fuerte es a lo largo del primer kilómetro, luego sigue ascendiendo con más suavidad. Bordea la parte alta de la vertiente norte del valle de Valcarce, ofrece dilatadas vistas y cruza maravillosos bosques de castaños, con algunos ejemplares de varios cientos de años. La soledad y el silencio es total, la civilización queda abajo. Se pasa cerca del pueblo de Pradela, que queda a mano derecha y no ofrece servicios. Luego se inicia el vertiginoso, pero no peligroso, descenso hasta Trabadelo, donde reencontramos el camino histórico.

Comparativa

La diferencia entre los dos camino es brutal, y no tengo la más mínima duda de cual es el mejor de los dos: la variante de Pradela, o sea, por montaña.

Por desgracia, muchas guías (la escrita por un servidor sí, por supuesto, más info aquí) no informan de la existencia de esta variante, y el cartel que hay al inicio de la misma es poco alentador. Por lo tanto, la gran mayoría de peregrinos va por la carretera. Por mi experiencia, quizás, sólo uno de cada diez toma la variante montañosa.

Algunos aluden a que el camino histórico, el que hacían los peregrinos en la Edad Media, es el que va por el fondo del valle. Cierto. Y que es un camino algo más corto y sin desniveles. Cierto. Y el otro es más duro. Cierto. Pero mi pregunta es: ¿a qué vas al Camino de Santiago, a seguir los pasos de los antiguos peregrinos, o a disfrutar del paisaje, la gente, la cultura y la naturaleza? Cada uno puede ir por el motivo que sea, pero es bueno saberlo.

Por supuesto que aquellos peregrinos que odien las subidas y bajadas, o que tengan una forma física exigua, deben ir por la carretera. Pero para los demás, para todos aquellos que no les vaya de un kilómetro de más y que tengan una cierta capacidad de ascenso/descenso, no deberían dudar ni solo segundo de qué camino tomar. No conozco a nadie que haya ido por montaña y se haya arrepentido (al menos una vez ha llegado a Trabadelo).

Eso sí, con mal tiempo mejor tomar la carretera y no complicarnos innecesariamente la vida.